jueves, 28 de junio de 2007

Un héroe para todos los tiempos.

Rodrigo Díaz de Vivar fue el héroe principal de la España en el siglo XI. Su padre fue Diego Laínez, quien esperaba, mientras su esposa estaba en el parto, que naciera su tercer hijo, que fuera musculoso, con buenos pies para las marchas, con buena mano para el caballo y la espada, el resto de España también estaba esperando esto; Rodrigo Díaz de Vivar sería un héroe, un héroe que ayudaría a Fernando I de Castilla a ganar más tierras para la corona española, un héroe que sería siempre fiel vasallo al rey y a su heredero, un héroe que vela por la justicia, que es honesto, audaz y valiente, de gran familia, de raza brava, a quien le ponen Rodrigo para que salve España. “Silencios de la espera. Silencio solemne, porque siempre se aguarda algo grande, algo nuevo, algo nunca antes visto, el fenómeno insospechado, acaso el monstruo, el niño que va a salir del vientre de la madre maldiciendo la vida con una palabra grosera.” (pág. 15, t. I). “España entera siente los dolores de aquel parto. Toda la península se retuerce como un cuerpo, se constriñe como un vientre, puja en un vaivén de ola para ayudar el alumbramiento de la criatura” (pág. 16, t. I). “De gran familia, de raza brava, cayó sobre el mundo, desprendido de un árbol genealógico ilustre, como un fruto maduro, a punto. Como un fruto en el cual se hubieran concentrado todas las cualidades de los otros frutos y para formar el cual se hubieran estado seleccionando generaciones y generación de buenos frutos.” (pág. 17, t. I). Con estas citas se puede demostrar lo que se esperaba el día de su nacimiento.
Con la definición dada en Salvat Universal, Diccionario Enciclopédico, (tomo 11, página 300), se pueden ver las siguientes definiciones de héroe y luego hablaré sobre el héroe que era Rodrigo Díaz de Vivar. Concepto de héroe: Personaje cuya portentosas acciones guerreras, culturales, intelectuales o ascéticas, y muchas veces también su nacimiento, le confieren rango excepcional, haciendo de él, mitológicamente, un ser que es más que hombre y menos que Dios. Varón ilustre y famoso que lleva a cabo una acción heroica. Personaje principal de todo poema en que se representa una acción, y del épico especialmente y también de una novela, aventura, episodio, etc. Cualquiera de los personajes de carácter elevado en la epopeya.
Como había dicho ya, casi antes de nacimiento de Rodrigo, se sabía que sería un hombre heroico. Ruy Díaz no es un Dios, ya que es hijo de Diego Laínez y de Teresa Álvarez, pero aun así, es más que un hombre, la gente lo admira lo ven como alguien superior, le alaban sus hazañas, lo rodean y esperan que crezca para ser un guerrero, un caballero.
Desde muy chico Ruy Díaz empezó a ser el héroe de toda hazaña, de pequeños juegos y apuestas entre sus primos; Alvar Fáñez y los cuatro hijos de Arias Gonzalo, amigos; Martín Antolínez, Muño Gustioz, Galin García, entre otros y sus hermanos; Hernán Díaz y Bermúdez Díaz, Rodrigo era el menor de estos dos, sin embargo siempre fue el más valiente, el más fuerte, es más atrevido. Así uno de sus primeros logros fue haber hecho el récord mundial de salto en los Juegos Olímpicos, era tan fuerte que nunca nadie ha podido superar este récord hasta el día de hoy. Rodrigo Díaz de Vivar fue quien inventó las corridas de toros, todo esto sucedió el día en que el príncipe don Sancho, hijo del rey Fernando I de Castilla, el próximo heredero al trono, llegó de visita a la casona donde vivía Ruy Díaz, estos dos eran muy amigos, el príncipe admiraba mucho a Rodrigo y le tenía un cariño especial, es por esto que Rodrigo y sus amigos querían hacer algo entretenido después de las fiesta de bienvenida. Rodrigo con su enfrentamiento hacia el peligro se le ocurrió soltar al toro más bravo y pelear contra él, solo Ruy Díaz fue quien se enfrentó al toro y quien logró matarlo, fue esta la primera cabeza que Diego Laínez puso en la muralla de su casa para mostrar la primera gran hazaña de su hijo en el ámbito de lucha. A esta muralla se agregó la cabeza de un oso, un oso que atacó a su padre en una casería en la que solo Rodrigo se atrevió a tratar de salvar a su padre, ya que los hermanos mayores no tenían esa valentía, es así como Rodrigo Díaz de Vivar, nombrado luego Mío Cid Campeador por el rey Fernando, por los árabes y por todos sus guerreros, se convirtió en un héroe no solo para el pueblo, o para España, si no que era también el héroe de la familia, el hijo preferido de su padre.
Poco a poco Mío Cid Campeador, héroe de esta historia, de la época y de España se ganó la confianza del pueblo de Burgos, como también de Vivar, de Castilla, de España entera. Rodrigo Díaz empezó a ser un muy buen guerrero, el mejor de todos y luego de haber ganado tantas batallas, de haber sido nombrado caballero, vasallo del rey, junto con Babieca su caballo fiel, triunfador igual que su jinete y junto con Tizona, la espada que nunca soltó la mano del Mío Cid en una batalla, Rodrigo se convirtió en el héroe histórico, un héroe que después de haber pasado más de diez siglos sigue siendo nombrado de generación en generación, un héroe que la gente de hoy en día lo reconoce a través de libros, romance, epopeyas, cantares de gesta, e incluso con el poema del Mío Cid, unos escrito con el lenguaje antiguo y otros han sido traducidos en lenguaje actual como esta novela.
Rodrigo Díaz de Vivar, Mío Cid Campeador, Ruy Díaz es el héroe que marcó un proceso de expansión en España tan importante que se ha convertido en leyenda, junto con Babieca y Tizona. Ellos han logrado que el imperio español creciera cada vez más, que poco a poco se conquistaran nuevas tierras para el pueblo de Castilla.
Cuando Fernando I de Castilla muere, deja sus Estados divididos entre sus hijos, un error que al Cid le costó mucho tratarlo, ya que esta división causó muchas guerras entre hermanos, causó la muerte del rey don Sancho a quien le habían dejado Castilla, asesinado por su hermano Alfonso rey de León, y luego guerra entre doña Urraca gobernadora de Zamora. El resto de los hijos heredaron, Galicia para García y el señorío de Toro para doña Elvira.
Cuando Mío Cid fue desterrado por el rey Alfonso, junto sus tropas y se fue el a conquistar nuevas tierras, aun así todas para la corona española, todas para el rey que lo había desterrado, que lo había echado de su pueblo, a él junto con sus guerreros y su familia. Esto se debe a que Rodrigo Díaz de Vivar siempre fue un fiel vasallo, y así como fue fiel a Fernando I seguiría siéndolo con Alfonso VI de Castilla.
Aun así a Ruy Díaz le gustaba esto de estar en batallas contra moros ganado tierras, porque él siempre estuvo en una constante búsqueda de superarse a sí mismo, a pesar de que Mío Cid siempre salía triunfador, satisfecho de la batalla, con un batallón totalmente feliz, con muchas riquezas, joyas, etc., no podía estar más de unos días descansando, ni siquiera junto a Jimena, su mujer o junto a sus dos hijas, él necesitaba tener otra guerra, un enfrentamiento en el cual pudiera demostrar que él es el vencedor y no el vencido. Su heroísmo va más allá de ser hombre victorioso, necesita también darle tributos al rey, repartir dinero a la gente que lo necesitaba, mantener contento a sus caballeros, a su familia, tener valores y ser un hombre creyente. El Mío Cid Campeador es un héroe actualmente y lo fue desde la noche en que Teresa Álvarez y Diego Laínez lo concibieron. Él murió por la edad, por su salud, pero lo más importante es que terminó montado sobre Babieca, y en plena batalla para salvar su reino, Valencia.
Catalina Winkler Matus

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