jueves, 28 de junio de 2007

Héroe: más que un concepto.

En todo tipo de sociedades, las personas necesitan de un modelo a seguir, alguien a quien admirar, transformándolos en una especie de ídolo. A lo largo de la historia han existido varios tipos de estos y por qué no llamarlos también héroes, los que han sido venerados por sus diversas características que los hacen ser especiales. Un héroe es aquel que logra permanecer en la memoria de la gente, sobrepasando los límites de la experiencia, conocimiento, honor, fidelidad y compromiso. Su objetivo nunca es conseguir fama o riquezas, sino que por el contrario, es luchar por sus ideales, destino, anhelos y sueños. Un héroe defiende lo que piensa, nunca se da por vencido, siempre busca solución a las problemáticas que se le presentan y lo más importante, es capaz de ayudar a otro sin esperar nada a cambio. Por lo tanto, los héroes aunque pertenezcan a distintas épocas, no dejan de cumplir estos objetivos. Sin duda que el elemento común más relevante entre ellos sería la representación de los ideales de una época determinada. Esto es lo que yo entiendo por héroe y es lo que me lleva a escribir este ensayo sobre como un héroe logra la trascendencia en el mundo, con todo lo que esto implica.

Como dije, el mundo quiere y necesita de un modelo, y la pregunta más recurrente es ¿por qué?

La respuesta es fácil, un héroe representa todos los ideales de una época, representa la imaginación de la gente, lo que quieren ver, oír y sentir. Ellos están expectantes ante todas las aventuras que el héroe realiza, ven representados en esta persona todos sus valores y no solo los de cada persona en particular, sino que los valores de todo un pueblo. Va más allá de un lugar específico y del fanatismo de minorías, recorre diversos espacios, dejando a más personas fanáticas que esperan cada día nuevas aventuras que les llene de orgullo y gratitud. Para la gente el héroe es más que una persona, es un modelo de comportamiento, digno de imitación. “Una fe ardorosa, un fuego invisible, eleva sus acciones mucho más arriba que simples hechos guerreros” (p. 338, Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro).

El héroe pertenece a una determinada época, por lo que cada una tiene sus propios héroes. Estos van modificando sus características y virtudes a medida que pasa el tiempo. Por ejemplo, el héroe de la Edad Media, sin duda es un hombre, que permanece en la memoria de todos, por sus demostraciones de fuerza, coraje, valentía, fidelidad, sencillez, confiabilidad y compromiso, que reflejan sus aventuras y acciones heroicas. Alguien valorado socialmente por el poder de identificación que ejerce sobre el pueblo. En cambio el héroe de hoy en día, puede ser una persona emprendedora, solidaria, generosa, preocupada y un ejemplo de este podría ser el Padre San Alberto Hurtado .Todo depende de la identificación que la gente sienta con el personaje.

Una demostración de que los héroes se ven modificados a través del tiempo y que pertenecen a una época determinada, sería por ejemplo, la posibilidad de que exista una mujer héroe. En tiempos pasados, hubiera sido imposible ver a una mujer haciendo actividades de hombres, pero como los tiempos han cambiado, no sería de extrañar de que una mujer esté realizando actividades que antes solo realizaban los hombres. Como la mujer se fue integrando a la sociedad, comenzando a tomar el mismo rol que el hombre, entonces ¿por qué una mujer no puede ser también un héroe? Claro que la mujer puede convertirse en héroe, si es que logra identificar a la gente con sus acciones y virtudes. Esto refleja la adaptación que tienen los héroes a las circunstancias sociales existentes. Para la mayoría, el héroe es símbolo de alegría y orgullo, pero para algunos estos sentimientos se ven acompañados de otros no tan favorables. Con esto me estoy refiriendo a la familia del héroe. ¿Qué pasaría si yo fuera una persona cercana al héroe? ¿Qué pensaría?

Desde luego que sería difícil de sobrellevar una vida acompañando al héroe. Seguramente me sentiría sola, con miedos, desesperanzas e inseguridades por la incertidumbre de no saber qué es lo le que ocurre a un ser querido. No podemos olvidar de que ser un héroe encierra una serie de cualidades, que incluyen la disposición para cumplir este rol, siempre tiene que estar dispuesto ante cualquier llamado que se le presente, estar disponible a dejar su familia, a morir si es que es necesario y a hacer todo por lograr su objetivo.

La gente que recuerda al héroe pertenece a una misma época. Ellos contemplaron e incorporaron a sus recuerdos todos los hechos que en algún momento le causaron alegrías, orgullo y gratitud, es decir cada héroe pertenece a una época determinada. Entonces ¿por qué actualmente la gente lee, escribe y comenta sobre hechos pasados?

La respuesta es compleja, en este tipo de relatos no son relevantes los hechos por su nivel de detalle, sino por la forma en que están escritos. Los personajes y la historia son interesantes, elemento necesario para poder ser únicos y pasar a la historia. El equilibrio entre novela y poema es perfecto, lo que hace la diferencia con textos corrientes .También resulta relevante mencionar la influencia de distintos factores que permiten al relato mantenerse en el tiempo, como los estilos narrativos, la riqueza del vocabulario y el uso del lenguaje que lo hicieron más atractivo aún.

Cada héroe responde a las necesidades de un pueblo, por lo tanto cada pueblo tiene su propio héroe y cada persona es libre de escoger el suyo. Héroe es más que un término, es una forma de ser persona, que le entrega alegría a muchas otras. Una cualidad que integra a cada héroe es que no pide ser héroe, sino que se lo gana por sus propios méritos. El que logra hacer que los demás se identifiquen con él, merece ser llamado héroe. “El que burla a la muerte, el que vence a la sed, el que domina el hambre, (…) no parece ser un ser de este mundo, ni su historia puede pertenecer a la historia de los hombres (…) El Cid es la Hazaña” (p. 337, Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro).

Ser héroe implica poseer diversas atribuciones, las cuales no las tienen todos. Pero si seguimos nuestro destino y hacemos lo que en realidad deseamos, también podríamos llegar a ser héroes algún día, porque no se necesitan actos memorables para serlo, basta con sentirse identificados con lo que somos y con lo que sentimos para lograr ser memorables.

Bibliografía:
-Mío Cid Campeador. Hazaña Autor: Vicente Huidobro Editorial: Universitaria
Edición: 1995
- Diccionario Enciclopédico UTEHA, Tomo X.


Constanza Quintana O. IIºC


El héroe, un elegido de su tiempo

El héroe es una persona que representa todos los valores de una época. Su vocación es desafiar la muerte y el dolor para vivir plenamente y alcanzar la gloria, siendo recordado en la memoria de los hombres a través del tiempo. Es el impacto que tiene en la época en que fue escrito y en lo profundo del ser humano, lo que lo lleva a trascender su circunstancia literaria, histórica, política y religiosa, constituyéndose en un modelo a seguir y en un referente sin importar la época, la cultura, la religión, ni la condición social, sexo o raza de sus seguidores, ya que al personificar todas las características de una época, configura el ideal de persona de cada tiempo histórico.
La imagen de héroe con el tiempo ha ido cambiando. Si nos remontamos a la antigüedad, las epopeyas narraban de manera grandiosa los sucesos que enfrentaban los héroes, que eran hijos de dioses y mortales, por lo que tenían características y fortalezas divinas que los ponían en una categoría sobrehumana: “Zeus replicó: -¿Cómo olvidar al divino Ulises, superior a todos por la inteligencia y por sus sacrificios a los inmortales?”
[1]. Como todo héroe debía enfrentar su destino, el que estaba controlado por los dioses, para así quedar en la memoria de todos los hombres: “La diosa Atenea le contestó:- Padre nuestro, hijo de Cronos, si los dioses acuerdan que Ulises debe retornar a su hogar, mandemos a Hermes para informar a la ninfa de nuestra decisión: ¡la vuelta de Ulises!”.[2]
El héroe de la Edad Media, en cambio, es un caballero virtuoso, fiel al rey y a su país, creyente y valiente, un salvador que dedica su vida a reconquistar el territorio cristiano y español que estaba en manos de los moros. Es un hombre que idealiza la figura femenina, que es su inspiradora en la batalla, a la cual admira, venera y da sentido a su vida.
En la época medieval se escribe el primer cantar de gesta, “Cantar del Mío Cid” que recoge lo que los juglares narraban, transmitiendo todos los ideales y valores de la época, obra que ha llegado a tener tanta importancia que constituye un clásico de la literatura hispana y hasta hoy se sigue conservando y leyendo. Es tan grande la influencia, que otros autores se han inspirado en esta obra para escribir otros libros, como es el caso de Vicente Huidobro y su obra “Mío Cid Campeador”. En ella el autor, excusándose de ser pariente del Cid, modifica la historia original, creando un interesante relato en el que se presenta un clásico ejemplo de héroe medieval, Don Rodrigo Díaz de Vivar, un hombre que encarna todos los valores de su época. Desde muy joven, el Cid campeador lucha por reconquistar territorios pertenecientes a España, unos territorios cristianos gobernados por los moros después de la invasión árabe: “¡Toda su raza y la historia de su raza están en él!”
[3]. Es un hombre que ejemplifica todas las virtudes de cualquier caballero medieval, como la hombría, lealtad, cortesía y ser cristiano. También todas las de cualquier español, como amor a la familia, respeto y admiración a por la mujer, fidelidad al rey, incluso si es injusto con él, y generosidad. Ruy Díaz de Vivar no es considerado héroe sólo por tener todas estas características, sino también porque el destino y el universo lo eligieron héroe y eso él lo siente: “Se diría que toda la naturaleza se ha reconcentrado en él, despreocupándose de los demás. Los fluidos de las plantas, de las hierbas, de los animales y de los pájaros, todas las savias vitales se las ha absorbido como si fuera el favorito de la creación… Con sus anchos pulmones cada vez que respirase traga la mitad del oxígeno del mundo.”[4]
Todas estas características de Ruy Díaz de Vivar causan admiración, transformándolo en un modelo a seguir, un modelo creíble, alcanzable e imitable para los idealistas que luchan por su religión, sus creencias, valores y por su país. Al encarnar el Cid campeador al héroe medieval, comienza a tener seguidores y la razón fundamental de seguirlo, es que participa la reconquista española, es decir, pelea contra los moros para recuperar los territorios de España conquistados por los árabes. Pero además, lo siguen porque es un hombre justo, que dice lo que piensa y que los representa, que influye en las personas dejando huellas en ellas, como el deseo de acompañarlo en su misión. Representa lo que los hombres españoles quieren llegar a ser y lo que ellos piensan. Además de esto es justo con sus vasallos, por lo que no los trata como inferiores y al momento de repartir el botín, da parte de sus ganancias a cada uno de ellos: “Manda el Cid a repartir su botín y que los repartidores hagan sus recibos a todo el mundo. A cada uno de los caballeros le tocan cien marcos de plata y a los peones cincuenta.”[5]
Rodrigo Díaz de Vivar se comporta con virtuosa grandeza de héroe, al no dejarse llevar por los ataques del mundo exterior, ni actúa con rebeldía ante el rey ya que en vez de tramar una venganza debido a su destierro por falsos rumores que lo acusan de traidor, trata de ganarse de nuevo la confianza del rey, recuperando territorios perdidos en tiempos anteriores por España y demostrando su inocencia.
El Cid Campeador es un hombre que desafía la muerte y el dolor, que enfrenta el destino reconquistando tierras perdidas, para así, alcanzar la gloria y permanecer en la memoria de todos los españoles y cristianos.
La idea de héroe medieval ha evolucionado en el tiempo y ha ido cambiando con el hombre. Hoy en día el hombre está en crisis y pareciera que el concepto de héroe también lo está. Escasean héroes en la literatura contemporánea como un reflejo de una sociedad en que el concepto de héroe pierde influencia y pareciera estar en retirada. Sin embargo su existencia sigue siendo una necesidad del ser humano y es posible encontrar testimonios de vidas heroicas en la literatura. Nos referimos a un tipo de héroe menos evidente, pero verdadero. La gente sabe que existe, pero no los ve con facilidad y les cuesta más seguirlos en una cultura en la cual los ideales están en crisis. Este héroe es el que pone en riesgo todos los días su vida, que desafía la muerte y que intenta vivir todos los valores humanos que hoy en día parecieran estar amenazados, como la generosidad y la solidaridad. Es el que lucha por sus valores y sus creencias dentro de una sociedad carente de ellos, inundada de anti-valores que seducen y arrastran a la gente de una manera engañosa. En el libro de Edgard Le Joli, “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, se muestra como la religiosa crea un encuentro entre la India y el mundo contemporáneo a través de un lenguaje de caridad rompiendo las barreras entre distintas religiones. Se muestra una persona que dedica su vida a la atención de los más pobres entre los pobres, una misionera que vive para amar: “La Madre Teresa ofreció ocuparse de los sin hogar, de aquellos que vivían en las calles”
[6].
Ella es capaz de darse cuenta de que hoy cada persona tiene un compromiso social, y se atreve a cambiar esta realidad que estamos viviendo. Es una mujer valiente y decidida a enfrentar estos retos del mundo contemporáneo frente a la desigualdad social.
Es un ejemplo a seguir sobre lo que cada uno puede hacer en el mundo aportando con un poco de justicia y amor.
Se puede decir que esta santa es una heroína de los tiempos modernos, ya que defiende los valores que están en crisis en esta época, tales como la sencillez, la humildad y el servicio. Otra característica común a los héroes, es el designio divino que recae sobre ella: “Como Cristo fue enviado por el Padre, Él nos envía a nosotras, llenas de su Espíritu, para predicar su evangelio de amor y misericordia a los más pobres de entre los pobres en todo el mundo.”
[7]
El testimonio literario de la vida de esta mujer y su misión la hacen trascender la historia: “nuestra misión, en concreto, consiste en trabajar por la salvación y santificación de los más pobres de los pobres”[8], por eso se sigue recordando y sus proyectos continúan, es decir, siempre va a ser recordada a través del tiempo, característica fundamental de héroe.
Cada época tiene un tipo de héroe y la literatura lo recoge y representa. En la antigüedad el héroe era elegido por los dioses, en la Edad Media era elegido por la naturaleza, por el destino y por Dios, y hoy en día el héroe siente un llamado de Dios y de lo más profundo de la humanidad. No importa desde donde se haya sentido elegido, lo importante es que el mundo necesita héroes para tener una vida con más sentido, con ideales y metas por las cuales luchar. Esta es la verdadera trascendencia del héroe y es la razón por la cual mientras exista el ser humano viviendo en sociedad, existirán héroes llamados a liderarlos e inspirarlos y autores que lo reflejen en sus obras, entregándolos a la historia de la humanidad.
Bibliografía:
“Mío Cid campeador”, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
“Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra.

Catalina Fuenzalida
IIºC
[1] Página 12, La Odisea, Homero, editorial Zig-Zag año 2000
[2] Página 13, La Odisea, Homero, editorial Zig-Zag año 2000
[3] Página 319, Mío Cid campeador, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
[4] Página 27, Mío Cid campeador, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
[5] Página 311, Mío Cid campeador, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
[6] “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra, página 66.
[7] “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra, página 46.
[8] “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra, página 46.

MÍO CID CAMPEADOR, UN EJEMPLO DE HÉROE DE TODOS LOS TIEMPOS.

Paulina Salza. II° C
El héroe y su trascendencia histórica, social, literaria, etc.


Se le llama héroe a una persona admirada por sus hazañas y virtudes, que lleva a cabo una acción heroica y que por lo general es el personaje principal de alguna historia. Para mí un héroe es una persona que posee rasgos fuera de lo común, los cuales benefician a las personas que lo rodean y que al poseer estas cualidades distintas sobresale y es reconocido entre su entorno.
En el libro Mío Cid Campeador, Hazañas, Rodrigo Díaz de Vivar es un joven que nace en España, en una época en dónde la prioridad de los hombres era la lealtad a su rey y mantener su honor. Este joven va creciendo en el campo, se va a haciendo fuerte y sano, es criado para ser orgullo de un padre. Poco a poco se va convirtiendo en un adulto que tiene por sobre todo la idea de servir a su Rey y defender las tierras de éste. Así Rodrigo se va transformando en un personaje a seguir para los de su pueblo, para su familia un orgullo, para España un héroe.
Con el tiempo Rodrigo va creciendo y adopta el espíritu de un hombre valiente y de guerra, que sale a combatir en batallas y se va ganando el respeto de otros guerrilleros al destacarse en éste ámbito.
Ciertamente podemos distinguir características de Rodrigo que son propias de un héroe de esta época, tales como la valentía, lealtad y el sacrificio ante todo. Rodrigo es una persona buena y noble, que no se deja llevar por la ambición y menos por la avaricia: “Sidi, hacia vos nos envían los reyes tus vasallos, para pagarte el tributo a que se comprometieron. En signo de buena amistad, os traemos además de lo debido, veinte caballos blancos como el armiño, (…), joyas y tocados, y para vestir a tus gentiles hombres dos cofres de ricas sedas.
El campeador sonriendo agradecido responde:
- Amigos, vuestro mensaje se equivoca de puerta, pues yo no soy el amo donde se encuentra el rey Fernando; todo le pertenece; nada es mío; yo soy su más humilde vasallo.” (Página 158)
Este personaje también tiene la capacidad de tomar decisiones que implican tácticas y estrategias propias de una persona inteligente. Estas características se pueden ver y poner en práctica en la actualidad, ya que con el tiempo esta imagen de héroe ha ido cambiando. Se ha ido modificando debido a las propias circunstancias en que estas personas podrían actuar, es decir que también es posible ver a héroes propios de nuestro tiempo que tengan esa misma capacidad de razonar y pensar las cosas como el Cid. Ya no existen oportunidades de lucirse, más bien, ya no existen causas por las cuales luchar y sacrificarse tanto como lo hacía el Cid. Pero han cambiado las prioridades de las personas, la sociedad se ha modificado y ya no se le da tanta importancia al sacrificio por nuestra comunidad. Estamos en un mundo individualista, en donde la convivencia y el bien de los que nos rodean toma cada vez menor relevancia, y las personas solo piensan en su propio futuro y éxito. Por esto decimos que con el tiempo el héroe ha ido cambiando, ha ido trascendiendo, ya que no existen fines como los de antes.
Para mí que algo trascienda significa que toma otro sentido, cambia a otra forma, adquiere otras características que lo diferencian de su pasado.
Trascender en otras palabras significa pasar la vida superando lo menos humano que tenemos y dándoles más cabida y amplitud al mundo de los valores morales y espirituales.
Este concepto lo aplicamos al héroe que tiene otros fines e intereses e ideales por los que lucha. Pasó de ser un hombre de guerra a una persona que actúa conforme a sus valores y lo que esto implica en su forma de ser. Aplica su espiritualidad a sus actos y decisiones.
A pesar de esto, el Cid nos deja muchas características que se pueden seguir dentro de la cultura que tenemos. También la historia nos deja muchos temas que desarrollar, reflexionando sobre como ha ido cambiando el ideal heroico, no solo en el ámbito de cualidades que se tenían si no que hoy en día podemos ver reflejadas algunas de las consecuencias que se tuvo debido a las acciones del Cid, como por ejemplo, que la importancia de la historia es tan relevante que seguimos leyendo este clásico y admiramos a este personaje principal.
Literariamente es una historia en la que se describe de una forma admirable a un héroe, como una persona a la que todos ven en la cima y siempre infunde el bien. En el Cid siempre vamos a encontrar ese lado correcto, de tener la razón y gracias a ella triunfar. A más de uno nos ha tocado o conmovido esta forma de ser. Nos incentiva a cambiar nuestra vida rutinaria y común, a convertirnos en héroes dentro de nuestra burbuja, lograr un cambio y poder ser reconocidos. Sin embargo el héroe de hoy es escaso. Podemos llamar héroe a una persona que arriesga su vida para salvar a otra, que pone en riesgo la suya, como por ejemplo tirarse a un río por alguien que se está ahogando. Son cosas que ya no se ven, y que cuando pasan nos llaman tanto la atención, nos tocan al igual que el libro.
Dentro de todos existe eso que nos llama a querer tener éstas cualidades. Muchos ven esta actitud imposible, pero nadie dijo que tenemos que matar a una persona para ganarnos el honor y así demostrar nuestra valentía: “Rodrigo Díaz de Vivar mató al conde Lozano. Los moros se han apoderado de Montes Doca, y sólo Rodrigo les ha salido al encuentro” (Página 84).
No debemos tener un ejército de seguidores fieles y batallas ganadas. El héroe ha transcendido. Depende de nosotros darle otra imagen, otra perspectiva. Aplicar las cosas buenas que podemos rescatar de éste mundo que tanto ha cambiado a las acciones que buscan buenos fines. Algo tan simple como regalar una caja de navidad, puede convertirte en un héroe para las familias que lo reciben. No recibirás una fiesta de celebración por esa guerra ganada, esa buena intención, pero te conforma tanto ver la felicidad que dejas en las personas a las cuales tu acción iba dirigida, que te dan ganas de seguir actuando con el bien, porque dentro de uno es agradable sentir esa sensación de satisfacción al hacer las cosas correctamente. Sientes que socialmente estás haciendo un cambio. Nos va influyendo en la forma en que nos relacionamos con las personas que nos rodean y así, vamos creando nuevas propuestas de formas de ser.
Debemos tener en cuenta que un acto tan simple nos puede convertir en héroes, si valoramos las características que se nombraron del Cid en éste ensayo. Estas las podemos modificar de acuerdo a la situación y a nuestra forma de ser, como por ejemplo, podemos tener una buena actitud, un pensamiento con fines y propósitos hacia buenas intenciones, que al ser tomadas en cuenta, podrá surgir algo mejor.
Estaremos formando una comunidad en la que tú puedes lograr un cambio y a la vez, recordaremos a este personaje que tanto entregó y que nos inspiró para pensar en este cambio de actitud. Este héroe que se sacrificó por tantos, por lo mismo que vale la pena estar recordándolo mientras que pasan los años y los tiempos cambian. El Mío Cid siempre estará presente en nuestras mentes al momento de hacer una acción significativa.


BIBLIOGRAFÍA:
-
http://www.wordreference.com/definicion/h%C3%A9roe
- http://stormblog.blogspot.com/2004/10/definicin-de-trascendencia.html
- Libro Mio Cid Campeador, Hazaña. Vicente Huidobro.
Editorial Andrés Bello. Sexta edición, octubre de 1977.




Paulina Salza. II° C

UN HÉROE DE FUERZA Y CORAZÓN

El héroe es un hombre ilustre y famoso por sus hazañas y virtudes, que encarna muchos valores de su cultura. Muchas veces tiene habilidades sobrehumanas o aspectos idealizados en su personalidad, lo que le permiten llevar a cabo hazañas extraordinarias y beneficiosas por las que se hace famoso.
En el libro Mío Cid campeador se pueden ver estas características de héroe. Este fue un héroe para el pueblo de Vivar y a grandes rasgos de Castilla y España. Sin embargo no solo fue un héroe para su pueblo, si no también para sus enemigos ya vencidos.
A pesar de que Rodrigo de Vivar vivió hace muchos años e históricamente no estamos muy cercanos, el Cid es un personaje que conocemos con exactitud y lujo de detalles. Esto, creo yo, se debe a la persona que demostró ser, la grandeza y fuerza que tuvo por todo lo que quería y creía. Es difícil negar la trascendencia que logró tener el Cid, ya que nosotros, personas del s. XXI lo seguimos recordando y leyendo sus hazañas como tal.
El Cid era un personaje conocido por todos. En su tiempo, luego de haber salido ganador en varias batallas, fue reconocido como un héroe. Todas las personas que le hablaban, lo hacían como si lo conocieran personalmente, “Todas están sonrojadas, como si todas tuvieran un lazo secreto que las une al ídolo, como si todas se sintieran implicadas en su triunfo” (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, editorial Andrés Bello, página 153).
Por otro lado, se puede ver a este personaje como un héroe cercano, ya que hubo hechos que lo hicieron ver como tal. Por ejemplo el amor que tuvo hacia Jimena, donde pasó por penas y alegrías, por desamores y amores. Esto lo muestra como un héroe completamente humano ya que se puede decir que casi todo humano pasa por este momento. También el respeto hacia su familia, sobre todo por el padre, en que ante todo le muestra su amor y respeto. También la fidelidad a su rey. Ya que Rodrigo demostró en todo instante ser al vasallo más fiel jamás visto. Esto se demostró en todo instante incluso cuando el rey lo destierra, el Cid sigue siendo fiel y hace todo por recuperar su confianza. “El campeador sonriendo agradecido responde: -Amigos, vuestro mensaje se equivoca de puerta, pues yo no soy el amo donde se encuentra el rey Fernando; todo le pertenece; nada es mío; yo soy su más humilde vasallo”. (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, Editorial Andrés Bello, página 158). Esto demuestra también, un valor muy importante que es la humildad y la modestia del Cid, ya que ante cualquier honor que le daban, ponía como cabeza del acto al rey.
Al ver alguna de las características de este héroe, se ve como sobresale su actitud y personalidad en comparación a otros héroes de la historia; como lo fue por ejemplo Aquiles, quien quizás tuvo la misma fuerza que el Cid en el aspecto físico, pero Rodrigo no solo tenía fuerza física, sino también era muy inteligente y no ganaba batallas solo luchando, sino también dialogando y dando a mostrar sus puntos de vista. Nunca se quedaba quieto o callado con lo que pensaba, siempre defendió lo que creía. “Prefiero ese muchacho bueno y exaltado, rudo y violento, cándido y subversivo, a todos los tibios y atildados que me rodean. De aquel puedo esperarlo todo; de estos no puedo esperar nada.” (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, editorial Andrés Bello, página 118).
Como ya vimos anteriormente, el Cid no era solamente un héroe para la gente, como se dice, de la boca para afuera; al contrario, era aún más héroe en su entorno personal y humano, ya que su mayor prioridad, aparte de cumplirle al rey era cumplirle a Dios, era también el honor de su familia, como se demuestra en el libro de su padre y sus hijas y todo su entorno en general, incluyendo su país y su pueblo.
Creo yo, que el más grande de los héroes que puede haber es el que guarda para él algo de intimidad y que su fin no es llegar a ser alguien importante o sobresaliente, sino todo lo contrario esos que llegan a ser alguien por el único hecho de ser como son.
Como conclusión se puede ver que todo acto que salió del Cid, fue para el bien de los demás, en especial para su pueblo y todos sus queridos. Que a sido un héroe recordado por sus sobresalientes características, como su gran fidelidad que pueden impactar a cualquiera que lea sus hazañas, ya que nadie puede entender como alguien, a pesar de perderlo todo y ser desterrado de su lugar de nacimiento por ningún motivo sobresaliente, sino al contrario después de haberlo dado todo por su pueblo, sigue siendo igual de leal y un fiel vasallo a la distancia. Otra gran característica importante de rescatar era que no solo tenía fuerza para las batallas sino para el dialogo y que muchos de los enemigos ya vencidos que lograban sobrevivir miraban con admiración al Cid. “- ¿Qué significa Cid? -pregunta el rey-; ¿qué significa esa palabra, Cid?
Una voz docta y anónima responde:
-Significa señor. Señor en árabe es sidi. –Y bien, puesto que así te llaman tus vencidos -dijo el rey-” (Mio Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, editorial Andrés Bello, página 104).
¿Alguien puede decir que el Cid no fue un héroe, si incluso sus propios enemigos se lo gritaban en la cara? Puede ser que alguien no lo crea, pero este es uno de esos héroes difícil de negar. Que por donde se le mire lo fue y de principio y fin. Hasta en sus últimas horas de vida siguió luchando sin parar “Mirad. Mirad y arrodillaos: el último milagro del héroe” “El caballo y caballero históricos son ahora un caballero y un caballo legendario, un monumento que corre a través de los campos de la poesía, a través de la atmósfera de la imaginación” (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, Editorial Andrés Bello, página 360-361). Es quizás por esta última frase que nosotros podemos ser participantes de la vida del Cid y saber de todas sus hazañas; es a través de la poesía y la imaginación donde sigue viviendo este valiente héroe que no tuvo límites para nada, que incluso después de su muerte se puede decir que sigue su carrera en el paraíso sin descansar.

Catalina Beltrán

El camino del héroe desde sus inicios hasta hoy en día.

Tema: El héroe y su trascendencia histórica, social, literaria, humana, etc.

El héroe es un personaje que muestra sus esfuerzos, que realiza hazañas por las que se hace famoso, los héroes se van a caracterizar por haber recibido un culto público, y hace que sea un modelo para el pueblo con los valores que la sociedad entiende como positivos.
Al realizar una hazaña extraordinaria y digna de valorar se dice que la persona es un héroe, es decir, una encarnación de ideales, un modelo a seguir. La condición de héroe proviene, entonces tanto de sus acciones como del valor que los demás le otorgan. Para los griegos los héroes eran vistos como un semidiós, en general, la palabra "héroe" determina en aquellos difuntos que en vida se destacaron en algún aspecto de su vida y que fueron importantes en la historia. Un héroe normalmente se considera bueno y noble en su cultura de origen, sin embargo, en la literatura y especialmente en las tragedias, el héroe puede también tener graves defectos que le llevan por el camino del mal. Se dice que sin valores no hay héroe, pero en la Edad Media existen grandes valores como por ejemplo, el cristianismo, ideal caballeresco, buscar justicia y luchar por la patria, y es por esto que existen grandes héroes. El héroe ha ido trascendiendo a medida que pasa el tiempo desde la Edad Media hasta hoy en día. El concepto de héroe de la Edad Media, ¿Es la misma idea de la que se habla actualmente?
Un claro ejemplo de héroe lo podemos encontrar en el libro Mío Cid Campeador Hazañas de Vicente Huidobro, donde el héroe más notable y reconocido es Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como Mío Cid Campeador o Mío Cid. El Mío Cid es un hombre que nació en Vivar y desde joven lucha y entrega su vida por su rey y por su patria, cumpliendo todos sus deberes y obligaciones, siendo así, un buen vasallo. El Cid poseía una inteligencia superior, la cual lo ayuda a no dejarse llevar por sus emociones sino por su razón y también la utilizó muy bien en la guerra. Diego Laínez, su padre, introduce a los hijos, Hernán, Bermudo y por sobre todo al Mío Cid al mundo de las batallas y desde entonces comienza a construir su imagen de héroe.
Uno de los tantos valores de héroe que podemos encontrar en nuestro personaje fue que siempre demostró sus claros y fuertes sentimientos de amor hacia Jimena (su esposa) y España (su patria); de una considerable bondad y solidaridad hacia sus amigos, entre los que están su primo Álvar Fáñez de Minaya y su amigo Martín Antolínez, y hacia su pueblo. Toda su vida le fue fiel a su rey y nunca olvidó defender a los suyos, a sus familiares, a sus amigos y a su pueblo, Vivar.
Como dije anteriormente, el Cid desde joven inició su vida como guerrero, y desde ese momento aceptó serle fiel al rey. Como buen vasallo que era el Mío Cid siempre estuvo cerca del rey y a cada moro que vencía, lo hacía para defender su patria y a su rey, cada pueblo que tomaba y encontraba riquezas, una parte se lo entregaba al rey y la otra lo dividía entre sus amigos guerreros, y así se fue extendiendo el territorio dándoselo al rey y España, su patria. Y aunque el rey Alfonso haya desterrado al Cid, él nunca dejó de enviarle regalos y riquezas, nunca dejó de ser un buen vasallo, nunca se olvidó del rey, nunca le tuvo rencor al Rey Alfonso, ni tampoco lo dejó de ver como su superior ni como su amo y señor, aunque él estuviera ciego por la envidia que su consejero García Ordóñez sentía y el miedo que sentía el rey ante el Cid fuera mejor que él.
Desde que el Cid se toma Valencia y trae junto a él a Jimena, los dos se preocupan del pueblo. Por un lado, Jimena con sus hijas visitan enfermos, ayudan a los menesterosos y hacen caridad por donde pasan, dejando tras ellas un murmullo de bendiciones y; por otro lado, el Cid de otra forma se preocupa del pueblo, como por ejemplo, le levanta muchas contribuciones, les hace saber a los musulmanes que el Cid los escuchará, verá los problemas, dándole soluciones, y los cuidará y protegerá como amigo y pariente.
El Cid no solo era bueno y generoso con el pueblo de Valencia, sino también con sus compañeros y amigos de la batalla. Siempre que ganaba una batalla recibía un botín y el Cid lo repartía, al rey una parte, a Jimena y sus hijas otra parte y la otra se la repartía entre los amigos fieles del Cid, entre los que estaban Álvar Fáñez de Minaya, Martín Antolínez, Per Bermúdez, el sacerdote que protegía a Jimena con sus hijas y las damas, Don Jerónimo, entre otros. También en las guerras, cuando uno de sus amigos caía del caballo al suelo a punto de ser herido y muerto, el Cid corría para salvarlo, matando al enemigo.
A pesar de su alma guerrera, siempre se destacó por su generosidad, por su fidelidad y por su amor a Jimena y a España, nunca le importó la fama o la inmortalidad.
A pesar del Mío Cid existen otros héroes, entre ellos está Don Quijote de la Mancha, aunque muchos no lo consideraban héroe por ser físicamente todo lo contrario al Cid, Don Quijote buscaba alcanzar la fama, servicio al estado, libertad y autonomía luchando por los desvalidos, venciendo a gigantes, molinos de viento, ovejas y cueros de vino, es por esto que se considera héroe.
Otro héroe es Amadís de Gaula, hijo de reyes que al igual que Don Quijote realiza gran cantidad de aventuras para lograr el amor de una hermosísima dama llamada Oriana. Busca beneficio propio, fama, inmortalidad. Otro héroe es Arturo Prat, ya que a pesar de haber perdido el Combate Naval de Iquique, Prat fue un hombre que luchó por su patria, demostró sus sentimientos de solidaridad y amor hacia su país, y luchó defendiendo a los suyos, gracias a su ejemplo de valor la guerra fue ganada por los chilenos, siendo uno de los ejemplos para las generaciones actuales y futuras de la nación.
Estos cuatro héroes no estuvieron juntos, ni estuvieron en la misma época, y sin embargo lucharon por lo que ellos más amaban.
La literatura desde sus inicios siempre ha contado con el héroe; que siendo del mundo clásico o del mundo medieval, de la época antigua o de la época contemporánea, el héroe es un modelo de valores en que los hombres aspiran en cada momento de la historia. La vinculación entre los valores heroicos y los valores sociales es básica para comprender la transformación que se produce al llegar a la época contemporánea. Con los héroes, la sociedad tiene la oportunidad de fabricarse sus sueños de ser mejor. Cuando nos planteamos qué tiempos han sido mejores, miramos a sus héroes.
El héroe tiene una serie de implicaciones que trasciende el papel de protagonista de la novela, este héroe no solo tendrá que luchar contra sus enemigos sino contra los lectores. Tendrá que convencerlos a ellos en primer lugar, de que él es un héroe.
En conclusión, creo que Rodrigo Díaz de Vivar o Mío Cid llegó más allá de lo que todos podrían imaginarse, ya que su historia llegó hasta la actualidad siendo indispensable para el mundo de hoy. Respondiendo la pregunta que hice al principio, creo que todo héroe tiene sus propios valores por la época en que vivieron, o por las enseñanzas que vivieron a lo largo de su vida, sin embargo comparando los héroes medievales como el Mío Cid, con los héroes de la actualidad como Arturo Prat lucharon por la misma causa, demostrando sus sentimientos hacia su patria y su gente. Mío Cid es un ejemplo concreto de que el héroe ha ido trascendiendo a medida que pasa el tiempo, y que traspasó todas las barreras para llegar a ser un héroe reconocido hasta el día de hoy, y que no se olvidará hasta muchas generaciones a futuro.

Bibliografía:
wiki.educarchile.cl/index.php/Discusión:Arturo_Prat
faculty1.coloradocollege.edu/~mdaniels/SP328/comparaciondqamadis.htm
web.jet.es/vliz/cid.htm
http://www.monografias.com/trabajos/heroes/heroes.shtml
www.ucm.es/info/especulo/numero3/heroe.htm

Macarena Robles
IIºC

¿Tienen importancia los valores?

- Los valores que se encarnan en la historia y sus personajes.

La definición de valores, actualmente, se podría describir de la siguiente manera: son todas las enseñanzas educativas y morales que se le entregan a las personas desde pequeñas para llegar a formar un adulto completo y equilibrado el cual pueda tomar sus propias decisiones. Si buscamos esta palabra en un diccionario, la definición más cercana a esta sería: persona que posee o a la que se le atribuyen cualidades positivas para desarrollar una determinada actividad. Se dice que es una definición de valor, pues “valores”, como palabra, no se encuentra definida en el diccionario.
Los valores se encuentran presentes desde la antigüedad; desde el principio de la historia del hombre se han ido forjando valores a nivel personal, social, espiritual y familiar, que se van traspasando de generación en generación, es así como algunos se van perdiendo en la historia. ¿Cuál será la razón? ¿Será que hay personas que no los encuentra tan necesarios?. Buena pregunta, tal vez en este ensayo entendamos un poco más sobre el tema.
Antiguamente los valores estaban directamente relacionados con la perfección humana, una persona que poseía todos los valores admirados por la sociedad en esa época, era aquella persona perfecta la cual todos deseaban imitar, era un gran anhelo ser como ella.
La novela “Mío Cid Hazaña” del poeta Vicente García Huidobro habla de la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, quien desde pequeño fue cultivando una serie de valores; considerados los ideales de la Edad Media. Así poco a poco este hombre pasó a ser un gran modelo de perfección para la sociedad del medioevo.
“-Muchacho, vete por donde has venido -exclama el conde Lozano-; no es honor vencer a un primerizo.- Es más honor que pegar a un anciano -grita Rodrigo-. Basta de palabras; baja de tu caballo. La mano que ofendió a mi padre, esta noche será aldabón en las puertas de Vivar. –Ahora verás -brama Lozano, bajando de su caballo -. Tú no la has querido, muchacho. Los dos en tierra, frente a frente, las espadas en el aire. –En guardia- ruge Rodrigo-, y no tengas compasión de mis años. –No tendré compasión, pobre de ti, que lo que te falta de años, te sobra de audacia.” (Vicente Huidobro, ‘Mío Cid Hazaña’, p. 76). Aquí se demuestra como Rodrigo Díaz de Vivar, a pesar de estar enamorado perdidamente de Jimena, priorizando el honor de su familia, principalmente el de su padre, decide cumplir con la misión que este le encomienda y mata al Conde Lozano, tutor de Jimena. Este hecho se relaciona con el tema de los valores, ya que aquí se destaca el valor de la lealtad; Mío Cid deja de lado sus interéses con Jimena para defender el honor de su familia.
Poniendo nuevamente al protagonista de la novela de Huidobro, Rodrigo siempre se caracterizó por ser una fiel vasallo del rey, pero este no reconoce la bondad de Rodrigo y lo destierra a causa de los celos y la envidia que se apoderan de sus pensamientos. Entonces, este parte junto a su fiel amigo, Martín Antolínez y otros muchos guerreros a conquistar tierras, para volver a ganarse la confianza del rey. Finalmente, gracias a la perseverancia, heroísmo, valentía y fortaleza logra salir triunfador de todas las batallas, por lo que, al volver a Castilla, lo hace con la frente en alto y todo el pueblo lo aclama campeón. Esta parte de la novela, al igual que muchas otras, destacan los grandes valores de Rodrigo Díaz de Vivar.
En la Edad Media, los valores eran de gran importancia y el hombre que los reunía era proclamado héroe y ejemplo para la sociedad. Sin embargo,toda esta admiración hacia los valores ha ido deteriorándose a través de los tiempo, haciendo así que el hombre contemporáneo no le de tanta relevancia a las buenas características humanas que deberíamos de tener todos; esto puede deberse al desarrollo en todos los ámbitos, lo que hace que las personas nos preocupemos más de otras cosas, por ejemplo el consumismo; nos quedamos más en lo superficial que lo interno. Es necesario cambiar esta forma de ser como sociedad, pues los jóvenes de hoy están adquiriendo una actitud poco sana, donde nos ponemos caretas constantemente. Debemos cambiar y esto pasa por darle énfasis a la moral y la educación de hoy.


BIBLIOGRAFÍA:
- http://www.rae.es/
- Libro Mio Cid Campeador, Hazaña. Vicente Huidobro.
Editorial Andrés Bello. Sexta edición, octubre de 1977.

Nombre: Maria Ignacia Valdivia. IIºC

Un héroe para todos los tiempos.

Rodrigo Díaz de Vivar fue el héroe principal de la España en el siglo XI. Su padre fue Diego Laínez, quien esperaba, mientras su esposa estaba en el parto, que naciera su tercer hijo, que fuera musculoso, con buenos pies para las marchas, con buena mano para el caballo y la espada, el resto de España también estaba esperando esto; Rodrigo Díaz de Vivar sería un héroe, un héroe que ayudaría a Fernando I de Castilla a ganar más tierras para la corona española, un héroe que sería siempre fiel vasallo al rey y a su heredero, un héroe que vela por la justicia, que es honesto, audaz y valiente, de gran familia, de raza brava, a quien le ponen Rodrigo para que salve España. “Silencios de la espera. Silencio solemne, porque siempre se aguarda algo grande, algo nuevo, algo nunca antes visto, el fenómeno insospechado, acaso el monstruo, el niño que va a salir del vientre de la madre maldiciendo la vida con una palabra grosera.” (pág. 15, t. I). “España entera siente los dolores de aquel parto. Toda la península se retuerce como un cuerpo, se constriñe como un vientre, puja en un vaivén de ola para ayudar el alumbramiento de la criatura” (pág. 16, t. I). “De gran familia, de raza brava, cayó sobre el mundo, desprendido de un árbol genealógico ilustre, como un fruto maduro, a punto. Como un fruto en el cual se hubieran concentrado todas las cualidades de los otros frutos y para formar el cual se hubieran estado seleccionando generaciones y generación de buenos frutos.” (pág. 17, t. I). Con estas citas se puede demostrar lo que se esperaba el día de su nacimiento.
Con la definición dada en Salvat Universal, Diccionario Enciclopédico, (tomo 11, página 300), se pueden ver las siguientes definiciones de héroe y luego hablaré sobre el héroe que era Rodrigo Díaz de Vivar. Concepto de héroe: Personaje cuya portentosas acciones guerreras, culturales, intelectuales o ascéticas, y muchas veces también su nacimiento, le confieren rango excepcional, haciendo de él, mitológicamente, un ser que es más que hombre y menos que Dios. Varón ilustre y famoso que lleva a cabo una acción heroica. Personaje principal de todo poema en que se representa una acción, y del épico especialmente y también de una novela, aventura, episodio, etc. Cualquiera de los personajes de carácter elevado en la epopeya.
Como había dicho ya, casi antes de nacimiento de Rodrigo, se sabía que sería un hombre heroico. Ruy Díaz no es un Dios, ya que es hijo de Diego Laínez y de Teresa Álvarez, pero aun así, es más que un hombre, la gente lo admira lo ven como alguien superior, le alaban sus hazañas, lo rodean y esperan que crezca para ser un guerrero, un caballero.
Desde muy chico Ruy Díaz empezó a ser el héroe de toda hazaña, de pequeños juegos y apuestas entre sus primos; Alvar Fáñez y los cuatro hijos de Arias Gonzalo, amigos; Martín Antolínez, Muño Gustioz, Galin García, entre otros y sus hermanos; Hernán Díaz y Bermúdez Díaz, Rodrigo era el menor de estos dos, sin embargo siempre fue el más valiente, el más fuerte, es más atrevido. Así uno de sus primeros logros fue haber hecho el récord mundial de salto en los Juegos Olímpicos, era tan fuerte que nunca nadie ha podido superar este récord hasta el día de hoy. Rodrigo Díaz de Vivar fue quien inventó las corridas de toros, todo esto sucedió el día en que el príncipe don Sancho, hijo del rey Fernando I de Castilla, el próximo heredero al trono, llegó de visita a la casona donde vivía Ruy Díaz, estos dos eran muy amigos, el príncipe admiraba mucho a Rodrigo y le tenía un cariño especial, es por esto que Rodrigo y sus amigos querían hacer algo entretenido después de las fiesta de bienvenida. Rodrigo con su enfrentamiento hacia el peligro se le ocurrió soltar al toro más bravo y pelear contra él, solo Ruy Díaz fue quien se enfrentó al toro y quien logró matarlo, fue esta la primera cabeza que Diego Laínez puso en la muralla de su casa para mostrar la primera gran hazaña de su hijo en el ámbito de lucha. A esta muralla se agregó la cabeza de un oso, un oso que atacó a su padre en una casería en la que solo Rodrigo se atrevió a tratar de salvar a su padre, ya que los hermanos mayores no tenían esa valentía, es así como Rodrigo Díaz de Vivar, nombrado luego Mío Cid Campeador por el rey Fernando, por los árabes y por todos sus guerreros, se convirtió en un héroe no solo para el pueblo, o para España, si no que era también el héroe de la familia, el hijo preferido de su padre.
Poco a poco Mío Cid Campeador, héroe de esta historia, de la época y de España se ganó la confianza del pueblo de Burgos, como también de Vivar, de Castilla, de España entera. Rodrigo Díaz empezó a ser un muy buen guerrero, el mejor de todos y luego de haber ganado tantas batallas, de haber sido nombrado caballero, vasallo del rey, junto con Babieca su caballo fiel, triunfador igual que su jinete y junto con Tizona, la espada que nunca soltó la mano del Mío Cid en una batalla, Rodrigo se convirtió en el héroe histórico, un héroe que después de haber pasado más de diez siglos sigue siendo nombrado de generación en generación, un héroe que la gente de hoy en día lo reconoce a través de libros, romance, epopeyas, cantares de gesta, e incluso con el poema del Mío Cid, unos escrito con el lenguaje antiguo y otros han sido traducidos en lenguaje actual como esta novela.
Rodrigo Díaz de Vivar, Mío Cid Campeador, Ruy Díaz es el héroe que marcó un proceso de expansión en España tan importante que se ha convertido en leyenda, junto con Babieca y Tizona. Ellos han logrado que el imperio español creciera cada vez más, que poco a poco se conquistaran nuevas tierras para el pueblo de Castilla.
Cuando Fernando I de Castilla muere, deja sus Estados divididos entre sus hijos, un error que al Cid le costó mucho tratarlo, ya que esta división causó muchas guerras entre hermanos, causó la muerte del rey don Sancho a quien le habían dejado Castilla, asesinado por su hermano Alfonso rey de León, y luego guerra entre doña Urraca gobernadora de Zamora. El resto de los hijos heredaron, Galicia para García y el señorío de Toro para doña Elvira.
Cuando Mío Cid fue desterrado por el rey Alfonso, junto sus tropas y se fue el a conquistar nuevas tierras, aun así todas para la corona española, todas para el rey que lo había desterrado, que lo había echado de su pueblo, a él junto con sus guerreros y su familia. Esto se debe a que Rodrigo Díaz de Vivar siempre fue un fiel vasallo, y así como fue fiel a Fernando I seguiría siéndolo con Alfonso VI de Castilla.
Aun así a Ruy Díaz le gustaba esto de estar en batallas contra moros ganado tierras, porque él siempre estuvo en una constante búsqueda de superarse a sí mismo, a pesar de que Mío Cid siempre salía triunfador, satisfecho de la batalla, con un batallón totalmente feliz, con muchas riquezas, joyas, etc., no podía estar más de unos días descansando, ni siquiera junto a Jimena, su mujer o junto a sus dos hijas, él necesitaba tener otra guerra, un enfrentamiento en el cual pudiera demostrar que él es el vencedor y no el vencido. Su heroísmo va más allá de ser hombre victorioso, necesita también darle tributos al rey, repartir dinero a la gente que lo necesitaba, mantener contento a sus caballeros, a su familia, tener valores y ser un hombre creyente. El Mío Cid Campeador es un héroe actualmente y lo fue desde la noche en que Teresa Álvarez y Diego Laínez lo concibieron. Él murió por la edad, por su salud, pero lo más importante es que terminó montado sobre Babieca, y en plena batalla para salvar su reino, Valencia.
Catalina Winkler Matus

MIO CID Y SUS VALORES

¿Qué entendemos por valores? Pueden ser muchas las cosas que se nos vienen a la mente tales como: valor moral, psicológicos, sociales entre otros. Dentro de los valores podemos encontrar algunos ejemplos como el esfuerzo, amistad, valentía, honor justicia lealtad etc.…. Pero también podemos encontrar los antivalores que son aquellos que les hacen mal a las otras personas, los perjudican y les pueden causar un dolor.
En el libro mio Cid hazañas, se nos presentan varios de los valores nombrados anteriormente, representados por algunos de los personajes del libro, como también los antivalores que son principalmente presentados por los moros y García Ordóñez .
Esta valiente historia de mio Cid campeador que nace con el personaje recreado por Vicente Huidobro en el año 1040, nos va presentando la vida de Ruy Díaz de Vivar, él cual es descrito como un formidable atleta, corpulento, pero con una corpulencia sin grasa, rica de músculos, de huesos rellenos de cal, nervios sueltos y sólidos como una máquina. Este hombre está acompañado a lo largo de la historia por sus más fieles vasallos, quienes junto a Rodrigo nos van presentando una serie de valores, en los que encontramos los más importantes de todos: amistad, valentía, honor, lealtad, fuerza, y esfuerzo, representados principalmente por Per Bermúdez, Martín Antolinez, Álvar Fañez de Minaya, Muño Gustioz, abad (sacerdote) y la querida esposa de Ruy Díaz de Vivar, Jimena.
Partiendo por Rodrigo quien nos deja muy en claro que la lealtad es un valor inigualable e irremplazable se demuestra esta situación cuando Ruy Díaz de Vivar es desterrado de Castilla con sus más fieles amigos y admiradores, con el único propósito de conquistar tierras para su rey, demostrándonos una plena lealtad a su rey. .”No os culpo de lo que hacéis conmigo, ni os guardaré rencor; solo culpo a vuestros cortesanos. Dios os perdone como yo os perdono y os haga ver pronto la lealtad de vuestro Ruy Díaz “(238, libro mio Cid campeador hazañas, Vicente Huidobro). Demostrados su gran lealtad al rey.
Otro valor que podemos destacar es la fidelidad, el cual es demostrado por Jimena la esposa de Ruy Díaz de Vivar, quien se mantiene siempre serena frente a las situaciones difíciles que tiene que vivir, esta fidelidad de las que les hablo se presenta cuando Jimena es dejada con sus dos pequeñas hijas María y Cristina en casa del abad a su cuidado por Ruy Díaz de Vivar.
Otro de de los valores mas destacables, que podemos mencionar es el valor de la amistad, increíblemente representados por unas personas que nos dejan una gran enseñaza, personas que dan todo por estar ahí, apoyando a su amigo que incluso llegan a ser mas que amigos, si no que hermanos, es una relación súper especial y linda la cual se forma en el minuto que el Cid es desterrado de Castilla siempre apoyado por Per Bermúdez, Martín Antolinez, Álvar Fañez de Minaya, Muño Gustioz. Viajan todos juntos conquistando tierras y peliando unos al lado del otro siempre apoyándose, cuidadse y protegiéndose de sus rivales. Este valor que les acabo de describir es un gran afecto desinteresado hacia otra persona, esto quiere decir que la persona que realiza un gesto lindo por otra no espera nada a cambio ni que el realice lo mismo.
Rodrigo a pesar de tener muchas virtudes, de todas ellas unas de las mas destacables es la confianza, es aquella esperanza que se le tiene a una persona, el siempre la demostró hacia sus amigos, incluso fue traicionado por uno de los suyos llamado García Ordóñez el fue quien gatillo la expulsión del Cid de Castilla ya que García Ordóñez le envenenaba la mente al rey contándole o diciéndole cosas que no eran verdad acerca del Cid.
“Vuelve la envidia y dice:
-Rey Alfonso, rey Alfonso García Ordóñez será tu hombre; aleja de ti a Rodrigo y a cuantos por el abogan: el conde don Per Ansures, don Diego de Ordóñez de Lara y ese viejo Arias Gonzalo.
Vuelve el hada madrina
- Rey Alfonso, rey Alfonso, los que abogan por el Cid, son lo mejor de tu tierra; los que te hablan en su contra, son cobardes traidores. El Cid de una bofetada les haría nacer las alas y los enviaría volando más allá de tus montañas” (219, mio Cid campeador hazañas, Vicente Huidobro). Esta cita que observamos, nos demuestra claramente la traición que suele ocurrir entre dos personas, demostrándonos claramente que la confianza que el Cid había puesto sobre García Ordóñez fue traicionada por su gran envidia contra él. La traición generalmente suele ocurrir entre los mas cercanos como el ejemplo que les di anteriormente, pero también está presente en otro echo relevante del libro cuando que sucede es la de los moros entre Almondir y Almutamin. La traición es un delito del que quebranta la fidelidad o lealtad. Quienes son hermanos y se traicionan mutuamente engañándose o luchando unos contra otros por un simple capricho de querer tener más tierras.
Como podemos darnos cuenta, yo les eh mostrado varios valores que sirven principalmente para complementar la vida, cosa que sin ellos no podríamos vivir en paz y armonía ya que no nos podríamos poner de acuerdo en absoluto. Los valores son virtudes de cada persona, unos la tiene mayor desarrollada que otras claro esta, pero todos tienen una pequeña virtud representada bajo sus valores, estos se van desarrollando a medida que van pasando los años, algunos de ellos se van adquiriendo por los aprendizajes de la vida y experiencias que te dejan alguna enseñanza. Otros son aprendidos y enseñados por tus padres quienes te educan principalmente para ser una mejor persona con buena educación y valores, los cuales no se pueden transar por nada del mundo, seria simplemente un “pecado” por así decirlo. Para que me sirven los valores te estarás preguntando claramente es una respuesta muy sencilla, los valores te permiten conocer a las personas darse cuenta de cómo es interiormente y cuales son las características que la identifican, uno puede ir moldeando sus valores, dependiendo de cual es tu entorno haciendo mejorarlos o simplemente empeorarlos pero generalmente uno frecuenta con personas que tienen similares los valores que uno mostrándose tal cual es y enseñándoles cosas al resto que pueden no haber tenido en cuenta dentro de sus valores.

Bibliografía:
Diccionario: el pequeño larousse ilustrado
El libro Mio Cid Campeador Hazaña pagina 238

Isabel Margarita Vergara Vial
IIº C

Cid más que un héroe

El héroe es definido como: varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes otra forma de definirlo es hombre que lleva a cabo una acción heroica. En cuanto a la trascendencia se define como pasar a la historia ser recordado o hacer algo que tenga valor para siempre. Teniendo esto en cuenta nos preguntamos hoy en día qué tanto trascendió el Cid viendo como vive España día a día y en mi opinión si lo hizo, sin embargo lo que creo que es la pregunta clave es saber si el Cid era simplemente un héroe. Pues durante toda la historia se luce en variadas situaciones demostrando su calidad de persona en cuanto a lo moral, su calidad de guerrero y su lealtad a sus reyes y familia. Por esto en este ensayo responderemos a las preguntas ¿es el Cid simplemente un héroe? ¿trasciende realmente?

Rodrigo de Vivar era llamado Cid Campeador, nombre puesto por la multitud que lo adoraba y admiraba. Hijo de Teresa Álvarez y Diego Laínez, es el tercero de tres hermanos, sin embargo es el que hace a su familia sentirse orgullosa de todos los logros que logra el Cid. Ya a los quince años Rodrigo contaba con una corpulenta figura, desarrollados músculos y con un grupo de amigos que serían sus fieles compañeros para siempre y que son los que siempre lo admirarán. Desde temprana edad empieza a resolver situaciones que salvan distintas vidas: la de Don Sancho, su padre la que se resumen en esta cita: “Hijo nos has salvado la vida a todos. Con una habilidad de cirujano corta el muchacho la cabeza del oso y la tiende a su padre. Primer trofeo al que pronto seguirán otros innumerables” (Vicente Huidobro p. 48) y luego muchas más.
Una de las características más importantes de Rodrigo era lo leal que era a su familia, a su rey y a su país. Es por esto que es capaz de matar por defender el honor de estas personas y su país. Por ello mata al Conde Lozano, ya que este ofende a su padre, lo mata siendo el padrino de Jimena, su amada, que por mucho tiempo pasa enojada por este acto. Este conflicto demuestra que es más importante el honor y la lealtad frente a cualquier cosa en este libro y en la época. Porque, si bien Rodrigo amaba a Jimena y con ella se quería casar sabe que, sin importar lo que ocurra con Jimena, él debe ir y matar al que le quitó el honor a su padre. Va y lo hace sin dudar siquiera un segundo. Luego de esto Jimena no le habla a Rodrigo por un tiempo y vuelven a hablar el día que él, demostrando ser un héroe excepcional, la salva a ella y su nodriza de un incendio en su castillo, luego de un tiempo se casan y tienen dos hijas. Jimena es una buena esposa al igual que el Cid y ambos son fieles al otro toda la vida.
El Cid es considerado héroe para su padre desde que le salva la vida y luego con distintas situaciones que resolvió salvando diferentes vidas de a poco empieza a ser conocido por toda Castilla, ya que se dice que está creciendo un niño fuera de lo normal lo que se demuestra en esta cita: “Rodrigo acaba de cumplir los diez y siete años. Su fama se ha extendido ya por toda Castilla y aun en tierras de moros se susurra que anda entre los cristianos un muchachote extraordinario” (Vicente Huidobro p. 43). Es tal la lealtad y costumbre por así decirlo que tiene el Cid de ganar batallas y lograr lo que se propone que en el momento en que se hallaba enfermo y su hueste pierde la batalla muere. Esta situación por trágica que fue demostró la confianza que la hueste tenía en el Cid, ya que cuando éste muere lo embalsaman y lo ponen sobre Babieca, su siempre fiel caballo, con su espada. Con esto, los vasallos se sienten acompañados del Cid y con más fuerza con lo que logran vencer en la batalla. Luego de esto Babieca se escapa con el Cid a cuestas y nunca se vuelve a encontrar ninguno de los dos. Esta situación demuestra como el Cid era todo para la hueste, porque ellos sentían y creían que teniéndolo a él, era batalla ganada.
Un tema muy importante que se ve en este libro para explicar lo heroico del Cid es que Vicente Huidobro, el autor, empieza el libro diciendo que al investigar su pasado descubrió que es descendiente del Cid lo que lo inspira para escribir este libro. Sin embargo, al creer que es descendiente de él hace que cuente las hazañas subjetivamente, pues para él es su antepasado por lo que siempre hace todo bien en la historia, nunca comete ningún error, siempre es fiel, tiene todos los principios morales claros y en conclusión es un héroe perfecto. Nosotros no vivimos en esa época y poco sabemos del tema por lo que tampoco podemos decir que algunas situaciones son mentiras, pero lo más posible es que algunas lo sean. A lo que me refiero es que esta historia es contada por Huidobro que se sintió lo más orgulloso que podía sentirse cuando se enteró de su ascendencia por lo que en varias ocasiones hay una gran posibilidad de que haya alterado un poco la historia haciendo del Cid, su antepasado, el mejor héroe que ha habido en la historia; lo que haría cualquier persona al enterarse que un pariente fue una persona extraordinaria.
La razón por la que este personaje, el Cid, es considerado un héroe es principalmente porque en diferentes y variadas situaciones es capaz de sobresalir y lucirse. Esto lo hace desde que era pequeño y esta habilidad hace que mucha gente conozca su valentía y todas sus virtudes lo que de a poco lo va convirtiendo en un guerrero conocido y por sus repetidos triunfos en un héroe.

En conclusión, comparo al tipo de héroe del Cid con los héroes actuales: los actuales son más bien personales. Quiero decir que mi héroe puede ser mi mamá o mi papá, pero no es una persona conocida en todo Santiago o Chile y no es tampoco una persona que triunfó y salvó vidas miles de veces. Esto demuestra lo distinto que es el contexto histórico, puesto que en el Cid con todas las batallas que había, con el tema de la lealtad y otras cosas se da la ocasión para que se desarrolle un héroe para toda la gente, en cambio hoy en día eso no pasa. Nuestros héroes son personas comunes y corrientes, en cambio el Cid fue un héroe extraordinario, es decir, fuera de lo normal conocido y alabado por toda España.
Contestando las preguntas que partimos haciendo, creo que el Cid si trascendió, porque llegó a convertirse en la identidad de España, toda España se identificaba con él. Creo que con el Cid deben haber empezado las escrituras sobre héroes en España y que en lo humano muestra los valores que la gente española debe tener, valores que, en esa época, eran los importantes. Hoy en día se han cambiado los valores, sin embargo, el Cid demuestra que sean cuales sean los valores hay que ser fiel a ellos. Y en lo histórico da a conocer que era lo más importante en esa época: trascender, quedar en la memoria de otros, cosa que el Cid hizo sin ningún problema, considerando que nosotras mismas miles de años después estamos escribiendo un ensayo sobre él. Creo que el Cid es mucho más que un héroe. Expongo al Cid como un ídolo de la época, un ídolo refiriéndonos a una persona amada o admirada con exaltación (Diccionario Real Academia Española). Cid Campeador es un ejemplo a seguir por todos los españoles en esa época, se convierte en el alma e identidad de España gracias a sus múltiples triunfos y sus reiteradas muestras de lealtad a los reyes y a su patria. El Cid es la actitud y destreza que todos los españoles sueñan con tener. Lo admiran y alaban por ser como es y lo declaran más que un luchador, ellos lo declaran su ídolo, prácticamente su Dios, el que todo lo puede, que con él toda batalla está ganada. Con Cid Campeador de su lado, nada pierden ni temen.

Bibliografía:
Huidobro, Vicente: Mío Cid Hazaña, Edit. Ercilla, 1949
Academia de la Lengua Española: Diccionario RAE, Edit. Espasa-Calpe, 2004
Amaia Salazar Abadie.

Ídolos: ¿guerreros o pacíficos?

Todos hemos escuchado alguna vez el término idolatría como una palabra vaga de nuestro vocabulario o simplemente lo llamamos vocabulario desconocido. Les diré que, idolatría, proveniente de ídolo, significa “tomar como ídolos cosas que no son sobrenaturales ni trascendentes”. Y quizás se preguntan por qué hablo de esto si solamente es una palabra vaga de nuestro diccionario.
Ustedes nunca se han preguntado ¿quién es su ídolo? Recuerdo que hace un par de años me plantearon esa pregunta y como mucha gente respondí, mi mamá, porque ella era la más linda, la más inteligente, la más simpática, en fin, la mejor mamá. Y ahora unos años más tarde me pregunto ¿quién será el ídolo del mundo? o ¿quién ha sido un ídolo en esta civilización?
No es fácil responder a esta pregunta. Un ídolo debería ser un ser superior que debe tenerlo todo… o casi todo, porque como dicen: nadie es perfecto.
Quizás un líder o un ídolo de la Edad Contemporánea sería Juan Pablo II, que hoy es recordado en la memoria colectiva como un hombre que luchó por la paz y el mejoramiento de la sociedad. Y que esperaba de alguna manera hacer llegar el evangelio de Dios y predicar acerca de sus enseñanzas, logrando así una mayor unidad en el mundo católico. Esto lo llevó a cabo atreviéndose a viajar por todo tipo de lugares y dejando su mensaje a creyentes y no creyentes.
Uno de sus viajes más recordados fue la visita que, en el año 2000, realizó a Medio Oriente. Recorrió Tierra Santa en momentos en que el conflicto entre palestinos e israelíes estaba en pleno desarrollo. Ahí también se atrevió a dejar su mensaje: “¡No piensen que vuestra presente condición los hace menos importantes en los ojos de Dios! ¡Nunca olviden vuestra dignidad como hijos suyos! Acudamos con confianza todos al Señor, y pidámosle que inspire a aquellos en puestos de responsabilidad a que promuevan la justicia, la seguridad y la paz.” (Discurso a palestinos, Juan Pablo II, 22-03-2000)
Sin embargo no todos los ídolos son iguales. Si bien, el personaje principal de la novela épica escrita por el poeta chileno, Vicente Huidobro, “Mío Cid Campeador” es un ídolo reconocido en el mundo medieval español, tiene características muy distintas.
Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como Mío Cid, vino al mundo en el siglo XI, gracias a Diego Laínez y Teresa Álvarez, para ser un gran héroe desde el momento de su procreación, como podemos ver en las palabras de su padre:
“No sé, no sé qué tengo, mujer; pero se me figura que no soy yo el que ha realizado el simple acto de amor, sino que todo el universo el que ha realizado en mí. Se me figura que he cumplido un designio. Esta noche tiene gusto a milagro.” (pág. 24, Vicente Huidobro)
Claramente sus padres cumplieron un designio para la comunidad española. Rodrigo Díaz de Vivar salvaría a España de la invasión de los moros y de la religión musulmana, gracias a la ayuda de todos sus seguidores como Per Vermúdez, Muño Gustios, Álvar Fáñez y Martín Antolínez. Con ellos conquistó Valencia, la gran ciudad de España, un hecho fundamental gracias al cual más tarde lo describirán como el hombre del triunfo, el que no tiene vallas imposibles en la vida, el que pasará a ser el gran héroe de España en sus tiempos.
“Mirad al Cid en las batallas, es más genio que talento. Es el hombre eléctrico. Al genio puede fallarle la inspiración, al talento pueden fallarle los cálculos, al hombre eléctrico no le falla la electricidad. (…) Sin duda alguna, la calidad de nervios, de sangre, de huesos y músculos del Cid es superior a la de todos los hombre conocidos.” (pág. 150, Vicente Huidobro)
Este gran personaje de la Edad Media, con fuertes valores inculcados por sus padres desde su nacimiento, no era sólo un guerrero, sino también un hombre de gran sencillez. Fue, según el relato cuenta, un hombre especial: un guerrero jugado, que a través de las armas pudo sacar adelante a su país, pero también profundamente humano. Un hombre sensible, que llora, se enamora y sufre como cualquier otro.
“El Cid entra en la categoría de los elementos, pero no por eso deja de ser hombre, es un elemento profundamente humano. (…) El Cid Campeador es un hombre que llora, que sufre. (…)” (pág. 151-152, Vicente Huidobro)
Como vemos, el Mío Cid representa un ídolo más bien heroico, quien a través de diferentes hazañas y gracias a sus miles de seguidores, va ganando tierras junto a un gran botín, pasando a ser un hombre valiente y guerrero. Pero este no pretende ser un héroe, sino que ser recordado a través de los años y conquistar tierras.
“El corazón de España se dilata a ese solo nombre y se hace universal. (...) La multitud se hace una sola garganta para gritar: -¡Viva el Cid Campeador! (…) El nombre sube, sube al espacio, se condensa, se electriza y vuelve a caer sobre la tierra en lluvia de heroísmos. -¡Viva el Cid Campeador! (...) El heroico nombre, enredado en laureles, forma un nido de águila en el punto más alto de la historia (…)” (Pág. 105-106, Vicente Huidobro)
En cambio Juan Pablo II, nos produce otro tipo de admiración. Un modelo que también busca el mejoramiento de la sociedad, pero por un medio muy diferente, la paz. Lo hace en forma totalmente pacífica y sin contraponerse con nadie.
Pero si buscamos ídolos más parecidos a lo que llamamos una idolatría guerrera en los tiempos de hoy, hay ejemplos en líderes políticos como el Presidente norteamericano George Bush o el populista presidente venezolano Hugo Chávez, que buscan que los apoye la población de los países que gobiernan. Sin embargo, aunque mueven seguidores, también generan mucha oposición y crítica, y es tan polémica su gestión que su autoridad o liderazgo no puede ser comparada siquiera al peso moral y la enseñanza que hace recordar a Juan Pablo II.
Hoy el mundo valora y quiere la paz. Lo más probable es que si trasladamos al Cid, ese héroe ficticio, a la Edad Contemporánea, claramente ya no sería un ídolo, ni motivaría tanto apoyo como el que muestra la novela épica.
Hoy en día buscamos una persona que mejore el país pacíficamente y no buscamos a un gran guerrero. La sociedad ha cambiado, ya no se pelean las tierras, y los líderes verdaderos no buscan sólo honor, gloria y fama para ser recordados por años, ni realizar hazañas donde competir de esa manera.
Como hemos podido ver, en la historia real o ficticia ha habido diversos tipos de ídolos y nunca dejaremos de tenerlos presentes. España recordará al Mío Cid como un ejemplo de buen vasallo, un hombre muy inteligente, leal, noble, muy confiable y compasivo, un gran guerrero, generoso y justo a la hora de repartir el botín ganado y principalmente un modelo de líder. Al igual que hoy en día recordamos a ese buen hombre que siempre quiso guiar al mundo a través de la paz y el amor, como Juan Pablo II.
Ahora solamente me queda pensar, ¿quién será nuestro próximo líder?

Bibliografía:
1.- Huidobro, Vicente. (1985). Mio Cid Campeador. Santiago de Chile: editorial Andrés Bello, 7º edición.
2.- Territorios Palestinos (2000). Recuperado el 8 de Junio 2007 de www.ewtn.com/tierrasanta2000/news.htm

Josefa Contrucci Hohlberg

Un héroe que trasciende en la historia

Un héroe en la Edad Media era un ser mortal que gozaba de un culto regular, en general después de muerto y sobre su tumba, que aseguraba una protección genérica para su rey (victoria en las guerras, prosperidad en la paz, suerte en las empresas de su pueblo, etcétera), fundaba ciudades, promulgaba leyes, se constituían estirpes en su honor y se creaban pueblos y/o lugares con su nombre. Sobre todo, eran personas que creaban un ideal caballeresco.
Los que hacen posible que una persona sea un héroe, son los fieles que lo siguen hasta el fin, y aquellos que permiten que este héroe permanezca en el recuerdo como un hombre valiente y buen luchador. También, hay quienes recopilan las historias y las dejan escritas en libros y textos para que sean contadas por mucho tiempo más.
La trascendencia es cuando el acto importante de alguien (en el caso de Rodrigo Díaz, un acto heroico) es recordado en el tiempo. Cuando uno recuerda a alguien como un héroe, es porque esa persona hizo un acto especial que trasciende en la historia.
Rodrigo Díaz de Vivar es un héroe, porque en el tiempo en el que vivió (dentro del siglo XI) hizo muchos actos que han trascendido. Este hombre, siendo guerrero conquistó reinos y pueblos, defendió a España, su tierra natal, como si hubiera estado defendiendo su propia vida, porque España era para él algo muy preciado. Ruy Díaz ha sido recordado por muchas personas de generación en generación, lo que le permite ser llamado un héroe; y sus actos han trascendido en la historia, porque distintas personas los dejaron escritos en textos que perduran y que son leídos hasta hoy.
Rodrigo Díaz, también llamado El Campeador atacaba al enemigo con una garra jamás vista, era fiel con sus vasallos, fiel a su pueblo y a su rey a los cuales les cumplía todas las promesas que hacía, fue un hombre confiable, leal, justo con todos, generoso y compasivo porque por ejemplo, cuando atacaba a un reino y tenía prisioneros, luego de algunos días los liberaba para que se fueran y no sufrieran; era un hombre muy inteligente y muy buen líder que fue capaz de guiar sus tropas y de ganar batallas con muy buenas estrategias jamás esperadas por el enemigo. Sobre todo, era un hombre con sólidos principios morales, porque no dejaba solo a nadie y siempre trataba muy bien a sus amigos, familiares y prisioneros.
El nombre Rodrigo significa caudillo famoso (el que manda gente de guerra). Con respecto a su personalidad, ante las circunstancias más difíciles aúna el coraje y la firmeza para mostrar autoridad.
Por esta razón, el nombre Rodrigo va muy bien con el personaje principal de esta historia.
Rodrigo Díaz nació en un pueblo llamado Vivar, en el año 1040. Era hijo de don Diego Laínez, gran guerrero, ganador de batallas y sostén del trono de sus reyes, y Teresa Álvarez, hermosa, regordeta, hija del campo y del hacendado noble. Luego del nacimiento “Diego Laínez contempla su vástago, trata de adivinar en él la braveza futura, los músculos, los buenos pies para las marchas, la fuerte mano para el caballo” (Huidobro, Vicente p. 27) le pusieron el nombre de Rodrigo, porque así se llamaba el padre de Teresa Álvarez. Rodrigo tenía dos hermanos mayores, llamados Hernán y Bermuda, que a pesar de ser mayores, eran mucho más cobardes y débiles que Rodrigo.
A medida que Rodrigo iba creciendo, se iba haciendo un hombre cada vez más fuerte, valiente, aventurero, travieso (cuando niño) y cristiano. Sus mejores amigos eran su primo Álvar Fáñez de Minaya (también llamado Minaya) y Martín Antolínez, con quienes jugaba y salía. Ellos más tarde serían sus fieles compañeros en luchas y batallas. A muchas mujeres les habría encantado estar con Rodrigo, pero su corazón tenía y tuvo siempre la misma dueña; su nombre era Jimena. Permaneció enamorado de ella y más tarde terminó por unirse a ella por medio del matrimonio formando una linda familia con dos hermosas hijas.
Durante su vida, tras diversas hazañas y aventuras, Rodrigo Díaz de Vivar, llegó a ser un gran héroe. Esto debido a sus ganas de ser un guerrero y de seguir el ejemplo de su padre; para guerrear, estaba en la época perfecta, marcada por peleas y batallas, reyes y reinas, caballeros y vasallos. Él pudo haber sido un guerrero como muchos otros, pero debido a la educación que le dieron sus padres, se transformó en un guerrero capaz de guiar a toda una gran tropa de hombres hacia la victoria, desde muy joven.
En su vida tuvo que enfrentar batallas contra moros y árabes para poder salvar a los cristianos como él. Un hecho que marcó su vida fue cuando el rey Alfonso VI lo desterró de sus tierras, por falsas especulaciones; a pesar de esto, este buen hombre luego de ser desterrado siguió conquistando tierras y reinos para su rey; le siguió enviando regalos en muestra de su lealtad y siguió sirviendo a su bandera.
“Dos anhelos priman en el alma del Cid: la amistad de Alfonso VI y la posesión de Valencia. ¡Qué no ha hecho el hombre indomable por conseguir esa amistad, y siempre entre él y el rey se atraviesa un poder oculto, y cuando ya parece que los dos corazones van a sellarse en un beso de lealtad, vuelve a producirse la separación, vuelve a levantarse un muro de incomprensión!” (Huidobro, Vicente p. 293). La amistad de Alfonso VI si la logró porque el rey reconoció en él su lealtad y su buen desempeño como vasallo. Por este motivo lo dejó a cargo de su ejército permitiéndole así el regreso a su hogar; por otro lado, conquistó su última ciudad, Valencia, en donde vivió con su familia y sus fieles vasallos, hasta que murió.
Su fama trascendió alcanzando una categoría de semidiós; pero este personaje era un hombre de carne y hueso capaz de ganar cuanta batalla se le cruzara por delante, junto a sus fieles soldados. Tenía un ejército que le era fiel, sin el cual no habría podido lograr tan grandes hazañas.
Podemos concluir que un héroe de la Edad Media era un guerrero capaz de conquistar territorios siendo leal al rey y a su pueblo.
Rodrigo Díaz fue mucho más que eso; porque aparte de ser un muy buen guerrero y luchador, era un hombre justo y compasivo que a pesar de todo le fue fiel a su pueblo, siguió ganando batallas y adquiriendo riquezas para su rey; y sobre todo, fue una persona que fue capaz de separar las batallas con la familia; pudo ser un gran guerrero, peor nunca dejó de tomar en cuenta el ser un buen padre y un buen esposo.
Este héroe tuvo una trascendencia histórica, debido a que ha sido conocido de generación en generación; trascendencia social, porque es recordado hasta hoy como un hombre justo con todos y que sobre todo fue leal a su pueblo y a su gente; trascendencia literaria, porque sus batallas y su vida fueron recopiladas en textos y libros que hasta hoy son leídos por muchos seres humanos; y sobre todo, tuvo trascendencia humana porque él siendo un hombre de carne y hueso y viniendo de un pequeño pueblo, ha logrado estar en la memoria de personas durante mil años aproximadamente y seguirá siendo recordado por siempre.

Bibliografía:
*Huidobro, Vicente: Mío Cid Hazaña, Edit.Andrés Bello, 1975
*VV.AA: Enciclopedia Monitor. Editorial Salvat


Asunción Ríos

¿PODEMOS SER HÉROES PARA ALGUIEN?

El héroe es un ser ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes. Se encuentra presente como personaje principal en un poema o relato en el cual lleva a cabo una acción heroica. Se caracteriza por tener un carácter elevado en la epopeya.

Relacionando estos conocimientos con el libro “Mío Cid Campeador, Hazaña”, podemos decir que el significado que di a conocer anteriormente se ve reflejado en el personaje principal de este relato, el cual tiene por nombre: Rodrigo Díaz de Vivar. Rodrigo nace en una época en dónde los hombres que realizan actos heroicos son muy reconocidos. En especial él que tenía una gran lealtad al rey y conservaba su honor.

El libro fue escrito por Vicente Huidobro, este hombre dice que aquella novela no es la de un novelista sino que la de un poeta. Se creó a partir del Cantar del Mío Cid, el cual fue el primer poema de la literatura. Vicente Huidobro se basó en este poema para contar su propia visión de héroe, corrigiendo la historia y la leyenda con el derecho de ser de su propia sangre, y así agregándole episodios desconocidos, los cuales ha recopilado de papeles de sus antepasados. "Con soberbia hispánica el poeta se pone a la misma altura que el héroe, “su abuelo”. Según explica en la notable carta a Douglas Fairbanks que se incluye más adelante, el abuelo materno de Huidobro, Domingo Fernández Concha, era nieto de Alfonso Sabio, quien a su vez era tataranieto del Cid. Esto le basta al poeta para partir de cierta base familiar ante al cual no cabe diferir con él.”(Vicente Huidobro, 1977, página 9).

Nos podemos dar cuenta que la literatura del héroe ha trascendido notoriamente, ya que a partir del primer poema de la literatura se creó una transformación de ésta, realizándose así nuevas ideas de aquella novela.

Se pensó, desde un principio, que el héroe llamado Rodrigo Díaz de Vivar, mencionado anteriormente, iba a lograr grandes cosas. Este ser nació en un acto de amor muy grande en el cual los padres sentían que iba a ser un hombre muy importante. “-No sé, no sé qué tengo, mujer; pero se me figura que no soy yo el que ha realizado el simple acto de amor, sino todo el universo el que lo ha realizado en mí. Se me figura que he cumplido un designio. – Esta noche tiene gusto a milagro.” (Vicente Huidobro, 1977, página 24). Pero, ¿cómo puede un ser que todavía no nace, lograr grandes cosas y convertirse en un héroe?

Con el pasar del tiempo esta pregunta se fue respondiendo debido a que Rodrigo fue creciendo y se empezó a destacar notoriamente ante otros jóvenes. Empezó a participar en batallas con sus amigos en la adolescencia, en las cuales obtenía notables victorias. Rodrigo un ser que era muy valorado por sus padres, se destacaba principalmente por su fortaleza, la cual fue dejando varias huellas en su camino. ¿Tienen estas huellas una importancia en la sociedad? ”Rodrigo acaba de cumplir los diez y siete años, Su fama se ha extendido ya por toda Castilla y aún en tierras de moros se susurra que anda entre cristianos un muchachote extraordinario” (Vicente Huidobro, 1977, página 47). En un principio Rodrigo era un ser muy respetado y valorado, y por esto se destacaba. Cuando Rodrigo empezó a combatir en batallas y obtener victorias la sociedad lo empezó a mirar como un ejemplo a seguir, un ser muy importante el cual era completamente extraordinario, así como su fama fue creciendo hasta el punto en que todos hablaban de él.

A través de su vida este hombre transcendió mucho, partió siendo un niño muy destacado, hasta llegar a ser un hombre con una gran fama, era el prototipo de hombre en ese tiempo, el cual era muy admirado y valorado.

No podemos dejar atrás que todos los héroes que han existido tienen diferentes virtudes, el Cid se destacaba por ser un hombre que tenía una gran lealtad al rey, era fiel a su esposa, no le temía a nada, es decir que era un hombre muy valiente, deportista, alegre, rudo y sobre todo fuerte. Cuando tenía un objetivo, usaba su inteligencia para tomar decisiones que implicaran tácticas y estrategias y así poder obtener la victoria y defender a su nación, España.

A medida que el tiempo pasa el concepto de héroe se ha vuelto cada vez más confuso y nos preguntamos realmente ¿qué es un héroe? Esta pregunta tiene muchas respuestas sencillas como: el ser que lucha por su nación, el que lucha por un ideal, el que combate la injusticia, pero viéndolo más a fondo un héroe puede ser un ser que beneficia a algunos mientras que a otros les hace la vida imposible, pero a fin de cuentas todas las personas que son llamadas héroes lo son porque han sido reconocidas. El rol de la sociedad es fundamental, ya que es ésta la que decide quien es un héroe o no. ¿Por qué va a ser un héroe un ser que no es valorado ni querido? Un héroe puede ser cualquier persona que hace cosas que son admiradas y reconocidas por una sociedad; el héroe no es por si solo, es porque alguien lo ha reconocido como tal. Viéndolo por mi punto de vista un héroe podría ser un hombre que lucha para que la pobreza acabe. Es claro que el concepto de héroe no está sujeto solo a una definición, lo determina el contexto histórico, un tiempo y espacio histórico.

Este libro, a pesar de ser largo, me gustó mucho porque habla de un héroe que hasta hoy en día es recordado. Leímos en clases la versión original del Cid, y al leer la adaptación de ella me ayuda a entender la novela de otro punto de vista, puesto que Vicente Huidobro se basa en al original pero le agrega otros episodios que encontró en sus antepasados. Me resulta mucho más interesante ver como un pariente del Cid cuenta la historia de un héroe que era el ejemplo de hombre en esos tiempos. A pesar de que el concepto héroe ha ido variando, un héroe siempre es el que es recordado y el Cid en cierto punto hizo tantas cosas por las cuales fue reconocido, que hasta hoy en día lo mencionamos.

El significado de héroe ha ido trascendiendo mucho en diversos ámbitos, él héroe medieval era un ser que luchaba y se sacrificaba mucho para lograr defender a su nación. A este hombre no le importaba que a su paso algunos hombres no lo quisieran, sino que siempre mantuvo su honor y la lealtad a su rey. Esto que acabo de decir fue lo que más me llamó la atención porque a pesar de que este hombre fue desterrado siguió luchando por España y no se rindió, por eso fue llamado héroe, ya que la sociedad lo admiraba y valoraba por todos sus actos heroicos.

Entonces es ahí cuando surge la pregunta ¿Podemos nosotros ser héroes de alguien? Definitivamente si podemos, y es nuestro espacio, tiempo y contexto histórico el que le entregara el carácter particular que este tenga para nuestra sociedad.

Trinidad Suazo Vacarezza

IIºc

Bibliografía:

- http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=heroe (10/06/07)

- Libro: Mio Cid Campeador, Hazaña.

Autor: Vicente Huidobro.

Editorial: Andrés Bello. Sexta edición.

Año: Octubre de 1977.

¿El Mío Cid como héroe o recuerdo?

ENSAYO MÍO CID HAZAÑA
Tema: El héroe y su trascendencia histórica, social, literaria y humana.

Héroe: Personaje eminente que encarna la quinta esencia de los rasgos claves valorados en su cultura de origen (definición http://es.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9roe). Comúnmente el héroe posee habilidades sobrehumanas o rasgos de personalidad idealizados que le permiten llevar a cabo hazañas extraordinarias y beneficiosas (actos heroicos) por las que se hace famoso (compárese con el villano).
El Mío Cid es un héroe que no tenía habilidades sobrehumanas, era una persona totalmente normal, pero era considerado héroe por su forma de ser. ¿Podrías imaginar que a una persona común y corriente la consideraran héroe solo por su forma de actuar o por su forma de ser?
El Mío Cid era considerado un héroe porque luchaba y ganaba todas las batallas, pero no solo por eso, sino porque mostraba todo lo que las personas querían llegar a ser, una persona valiente, decidida que a parte de tener mucha fuerza física, también era una persona muy fuerte de mentalidad.
Esto se puede ver en el libro cuando al Mío Cid lo mandan a matar al padrastro de la mujer que ama, y lo mata solo para cuidar el honor de su familia, ya que este hombre le había pegado al papá del Mío Cid. “-Jimena le quiere tanto como si fuera su padre; su padre ah sido mas de quince años
-¿Vacilas? –Pregunta trémulo el viejo-. Y sin honor, ¿Te atreverías a levantar tu cara frente a ella, te atreverías a pedir su mano?
-Padre no he vacilado un instante; pero comprende que al decirme ese nombre temblara por el otro nombre que hay detrás de Lozano.
-Perdona, hijo mío, que te eche encima una pena tan grande; mas tú sabes que sin honor, no hay amor, ni vida, ni nada.
-No hables más, padre, pues ya me diste su nombre; dame ahora tu espada. Nadie hizo afrenta a la sangre de Lain Calvo.” (Pág. 72, Edit. Andrés Bello, Vicente Huidobro, 6° Ed.)
Para comenzar a comprender la trascendencia de esta obra en el tiempo es necesario, en primer lugar entender el significado de la palabra “Trascender”. Trascender es comenzar a ser conocido o sabido, estar o ir más allá de algo.
Entonces, caemos en cuenta de que un héroe en su “trascendencia”, es un hombre recordado por las personas, por sus familiares e incluso por mucha gente que no tenía ningún parentesco o cercanía con él, en fin, recordado, admirado u odiado en la historia según sus actos durante el tiempo en que vivió. El Mío Cid, fue recordado por mucha gente, especialmente por ayudarla y por sus características de siempre cumplir con lo que prometía y con lo que le pedían, así el Mío Cid fue ganándose el cariño y el respeto de las personas. También fue muy recordado por ser siempre fiel a su palabra y muy leal frente a su rey, ganándose así la confianza de las personas y en especial del rey.
En conclusión, la trascendencia del Mío Cid en la historia literaria nos habla de un héroe épico, el cual forjó su propia leyenda en base a sus increíbles obras, aportando así su granito de arena para la sociedad, y no solo hizo obra en el ámbito social sino que también en el ámbito de la literatura, de la moral, e incluso de la ética humana. En la obra se nos muestran las moralejas que nos deja el Mío Cid, el bien casi utópico de una sola persona en relación a sus pares, el cual causó algún cambio en la humanidad para así, quizás algún día, se podría llegar a crear un mundo mejor, un mundo perfecto.
En relación a su trascendencia en el ámbito literario, el poema consta de muchos versos anisosilábicos, lo cual se emplea para indicar que los versos de una estrofa o poema no guardan regularidad en cuanto al número de sílabas métricas. Luego, está escrito en castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200.
Para concluir con este tema, podemos decir que el libro Mío Cid, a trascendido notoriamente al pasar del tiempo por ser una obra que hace que te involucres en ella, que te llama la atención, por un lado, por la forma en que está escrita y el castellano que se usa en la obra, pero fundamentalmente, en lo personal, la obra me llamó mucha la atención gracias a esta ideología de mundo, gracias a que muestra que una simple persona, común y corriente puede llegar a marcar un gran hito en la sociedad, y la única recompensa por esto, es perdurar a través de los años en la memoria de las personas.
Y al igual que en ámbito social de la historia también trascendió mucho, ya que toda la gente lo recordó por siempre como un héroe, como el gran héroe que fue, y aquí volvemos a lo anterior, ya que la única recompensa del Mío Cid, que en realidad valió la pena, fue trascender en el tiempo, en la historia y en la memoria de cada persona que forma la historia del libro, y también en cada persona que puede disfrutar de su lectura.


Bigliografía:
http://es.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9roe
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=trascender
http://es.wikipedia.org/wiki/Cantar_de_mio_Cid



María Jesús Pérez Gundermann
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