martes, 17 de julio de 2007

¿Qué rol cumple el azar dentro del destino?

A la palabra azar, se le atribuyen sinónimos como suerte y coincidencia, es decir, es algo que pasa de imprevisto y que puede ser para bien o para mal. Por otro lado, el destino es una supuesta fuerza a la que se le atribuye la determinación inevitable de todo lo que ocurre, es el camino de la vida que está previamente asignado a cada uno.
La pregunta es, ¿Por qué si el destino está previamente determinado para cada persona, existe el azar, es decir cosas que suceden inesperadamente?
Lo que le ocurrió a Jim Nashe, un bombero con una linda familia, pero con lo justo y necesario para vivir, se puede utilizar como un buen ejemplo de que en el destino uno necesita coincidencias.
Un día apareció un abogado diciéndole que su padre, a quien él apenas conocía, le había dejado una gran herencia que cambiaría inesperadamente su vida. Lamentablemente 5 meses antes, su familia se había deshecho, su mujer lo había abandonado y él había tenido que dejar a su hija Juliette en casa de su hermana, porque el poco sueldo que recibía no le alcanzaba para mantenerla; y con dinero o sin él, era muy tarde para arreglar las cosas.
No teniendo a nadie en su vida, comenzó a vagabundear por las carreteras en un Saab rojo, despilfarrando su dinero, sin antes establecer un fideicomiso (especie de herencia) para Juliette.
Su vida iba a muchos kilómetros por hora y el dinero se iba a la misma velocidad. Varias veces intentó dejar este estilo de vida despilfarrada, pero su pasado ya derrumbado no le permitía comenzar nada nuevo.

En uno de sus largos momentos sobre ruedas vio a un joven que caminaba tambaleándose. Al detenerse se dio cuenta de que el muchacho venía mal herido y con la ropa manchada en sangre; con mucho asombro le abrió la puerta del vehículo. Por un largo rato hubo silencio, pero más tarde el joven adquirió confianza. Su nombre era Jack Pozzi y era aficionado al pócker; venía de un juego de cartas en el cual le habían dado una paliza acusándolo de tramposo.
Jack necesitaba dinero para cumplir su sueño de jugar en un gran campeonato de pócker y Jim, que tenía el dinero, quería adquirir más, porque su dinero ya estaba por terminarse y con éste, también se iría su vida cómoda. Para esto, acordaron que Jim le prestaría la plata pero Jack debía comprometerse a darle una parte de sus ganancias; pero como lo que le prestó Jim a Pozzi no era suficiente, decidió organizar un juego con unos multimillonarios llamados Flower y Stone, con la intención de ganarles.
Lamentablemente, Jack no logró ganarle a los multimillonarios, sino que terminó debiéndoles una deuda muy valiosa porque lo habían perdido todo, incluso el auto de Jim. Tendrían que irse a pie y seguir una vida de vagabundos sin dinero o aceptar la propuesta de Flower y Stone, que decía que a cambio de construir un muro de diez mil piedras, ellos les pagarían diez dólares la hora (100 dólares al día por cada uno), para que pudieran pagar la deuda y luego marcharse. Así, los multimillonarios los tendrían bajo vigilancia para asegurarse de que la deuda sería pagada.
Jim y Jack aceptaron y comenzaron la construcción del muro.
Al principio avanzaban muy lento pero de a poco fueron adquiriendo la costumbre. En el contrato decía que todo lo que gastaran iría a cuenta de Flower y Stone, pero no mencionaba la comida ni entretenciones, por lo que el tiempo de trabajo tuvo que alargarse un poco más.
Jack ante esta noticia decide escaparse con la ayuda de Jim en la noche, cuando no los estuvieran vigilando.
Al día siguiente, Jim salió del remolque y vio a Jack muy mal herido y con pocas fuerzas para respirar y vivir. Ese mismo día le pidió al capataz Murks que lo llevara a un hospital, y desde ahí nunca más supo de él, ni siquiera supo si estaba vivo o no.
Al terminar el tiempo necesario para pagar la deuda, el capataz y su yerno Floyd invitaron a Jim a celebrar. Él, luego de dudarlo un poco, aceptó la oferta.
Luego de la celebración, Jim pidió si podía conducir el que alguna vez había sido su auto; se subió, encendió la radio y se puso a escuchar música clásica que era su pasión. Fue aumentando de a poco la velocidad, metiéndose cada vez más en un estado de levitación y meditación. De pronto Murks apagando la radio le dijo que debía bajar la velocidad y Jim, por este cambio brusco del ambiente en el que estaba retó a Murks y al mirar hacia delante, se topó con un faro en la mitad de su camino. En vez de frenar, aumentó la velocidad, aceptando su destino final “En el preciso momento en que el coche cogía los ciento treinta, Murks se inclinó hacia delante y apagó la radio. El súbito silencio fue como una sacudida para Nashe (…)No había tiempo de parar, no había tiempo de evitar lo que iba a ocurrir (…) La luz estaba sobre él y Nashe cerró los ojos incapaz de seguir mirándola” (Auster, Paul p.251)

Como pudimos leer en este breve relato, la vida de Jim estuvo marcada por muchas cosas relacionadas con el azar, que fueron creando su destino; la aparición de la herencia, el encuentro con el muchacho especial llamado Jack, la derrota en el pócker frente a los multimillonarios, la construcción del muro, la aparición de Jack agonizando frente al remolque y una seria de cosas que hicieron que Jim tuviera que ir tomando decisiones para poder permanecer y cumplir con su destino.
Al contestar la pregunta planteada, hay dos puntos de vista, los cuales voy a dar a conocer:
Por un lado, uno podría creer que el destino previamente determinado si existe, es decir que todo lo que le pase a una persona en su vida, está asignado desde antes. Mirándolo desde este punto, se podría decir que todos los hechos de azar que pasan en la vida de alguien, a lo mejor para esa persona puedan ser imprevistos porque no tenía la más mínima idea de que eso pasaría, pero en realidad, la vida de esa persona ya estaba escrita, es decir que ese hecho, debía suceder para que la persona cumpliera con su destino. A lo mejor la persona no conoce su destino, pero el destino conoce a la persona y todo lo que ésta deberá enfrentar.
La otra opción sería pensar que el destino no existe, es decir que no hay nada escrito sobre la vida de nadie; esto indica, que todos los hechos de azar van creando la vida de cada uno.
Saber cuál de estas dos opciones tomar, lo dejo a cargo del lector, pero lo que yo sí tengo claro, es que toda vida tiene el mismo destino final: la muerte

Bibliografía
*Auster, Paul: La música del azar, Edit.Anagrama, 1998
*Ghio, Armando: Diccionario práctico de Sinónimos y Antónimos, Edit. Sopena
*VV.AA: Diccionario de la Lengua Española, Edit. Arrayán, 1992

Asunción Ríos

domingo, 1 de julio de 2007

¿Qué significa el honor para el Cid?

Los valores son las emociones y sentimientos que influyen en la formación y búsqueda de la identidad propia de todas las personas, que comienza a desarrollarse desde la niñez. El valor es una propiedad del hombre, el cual lo ayuda a perfeccionarse, de tal manera que lo hace más humano, con mayor calidad como persona, y le permite realizarse de alguna manera. Todos los valores se refieren a las necesidades o aspiraciones humanas.
Este libro trata de las hazañas de un caballero cristiano, llamado el Cid Campeador. Tiene las máximas virtudes; es fuerte, leal, justo, valiente, inteligente, religioso y por sobre todo es un personaje que le tiene mucho amor a su familia y es un gran luchador. Era conocido como Cidi o Mío Cid, expresión de admiración. Es hijo de Diego Laínez, noble caballero, y de Teresa Álvarez.
Uno de los valores más importantes que le dio su padre fue la búsqueda de su honor. Él siempre estaba en constante lucha por el honor de su sangre, y por el de Castilla. A medida que fue creciendo se dio cuenta que el honor y su dignidad era antes que el amor a su mujer. En esta cita, “El honor tiene razones que el corazón no entiende, lo que no impide que el corazón hable y se queje” (Pág. 80, 1977, Vicente Huidobro), encuentro que deja muy claro que para el Cid, era muy importante mantener el honor, ya que era capaz de matar al padre de Jimena, su amada, porque había pasado a llevar el honor de su familia.

Otro de los valores del Cid era la fidelidad o lealtad al rey, ya que el Cid siempre fue honrado y comprometido con el rey. Estuvo a su servicio y lo admiraba. Le ofrecía sus riquezas, y las tierras que él conquistaba se lo daba al rey, no se las dejaba para él. Aunque el Cid a veces no estuviera de acuerdo con algunos actos del rey, él igual los respetaba, para ser leal a él. La prioridad del Cid era el rey, él siempre lo privilegiaba.
En la trayectoria de su vida, el Cid fue apoyado por muchas personas que le entregaron valores para crecer y convertirse en héroe. Una de ellas fue Jimena, su esposa, quien siempre apoyaba en todo a su marido, porque lo admiraba y se sentía muy orgullosa de él. También, un gran ejército compuesto por amigos, primos, ayudantes y seguidores, como Álvar Fáñez Minaya, Martín Antolínez y Pedro Bermúdez, quienes eran fieles vasallos, que deciden ayudar al Cid a combatir junto a él en las batallas y enriquecerse.
El Cid, día a día, se iba haciendo más conocido, siendo más admirado y convirtiéndose en hombre, y el hombre en héroe, ya que se ha dado por entero por su ideal y por el beneficio de su pueblo: Castilla. Era un héroe nacional por excelencia. En la cita, “Rodrigo acaba de cumplir los diez y siete años. Su fama se ha extendido ya por toda Castilla y aún en tierras de moros se susurra que anda entre cristianos un muchachote extraordinario” (Pág. 47, 1977, Vicente Huidobro), nos podemos dar cuenta que Rodrigo ya tiene mucha fama, que es admirado y querido por todos.
Rodrigo es un ídolo para la sociedad, un gran ganador para todos, como dice en esta cita; “Es el hombre del triunfo. No se sabe por qué, pero ante el hecho no queda más que inclinarse. (…) Mirad al Cid en las batallas; es más que genio y que talento. Es el hombre eléctrico” (Págs. 149 y 150, 1977, Vicente Huidobro), nos podemos dar cuenta que la sociedad creía que el Cid era un hombre perfecto, que nunca se equivocaba, exitoso, de grandes triunfos, y así lo demostró siempre el Cid, ya que nunca los defraudó.
El Cid hizo muchas cosas por los cristianos. Sus ideales eran recuperar territorios moros, ganar batallas, ser reconocido, difundir su religión, defender y buscar su honor. También cumple un papel decisivo a la muerte del rey Fernando VI, quien deja dividido su reino entre sus hijos. Es por esto, que Rodrigo combatió contra los moros, porque éstos se querían tomar los territorios cristianos, por lo que defendió a su pueblo y al Castillo, superó muchas batallas, saliendo siempre con la victoria.
El Cid fue desterrado de Castilla, por la ira y la envidia del rey. Antes de irse de Castilla, el Cid les agradece a sus vasallos, y los mejores acompañantes fueron con él en esta complicada situación. Les dice que no los defraudará, que confíen en él, porque van a volver a Castilla con muchas riquezas, y van a haber conquistado territorios moros. Luego, el Cid fue capaz de recuperar la confianza del rey haciendo hasta lo imposible.
Años después, la fama del Cid se había extendido impresionantemente, al contrario del reinado del rey. El Cid se hizo señor de algunos reinos moros, se convirtió en el señor de Valencia, era amo de una gran ciudad y de un vasto y rico reino, adorado de los suyos. Había nombrado obispos, fundado catedrales, cambiado gobernadores, reintegrado la religión cristiana. Entre las mayores hazañas del héroe, está la toma de Valencia, el reino más rico de España.
A los cincuenta y nueve años de edad, el Cid muere debido a una enfermedad. Toda la sociedad sintió mucha angustia, pensaban que era el fin de España, ya que las tropas del Cid fueron derrotadas, porque estaban sin el Campeador a la cabeza, sin la “corriente eléctrica”. Con esto, nos pudimos dar cuenta que el Cid era muy importante para la sociedad, era el aliento que hacía a su tropa ser indomables, era la razón de vivir para Jimena. “Durante largos años el Cid fue España, España fue el Cid. Durante largos años el Cid se absorbe toda la nación, toda la raza. Su savia, sus esperanzas, sus pensamientos, sus latidos, su sangre, su historia, su leyenda, sus himnos van a desembocar en el Campeador” (Pág. 357, 1977, Vicente Huidobro).
Como conclusión, puedo decir que el Cid era un joven que a lo largo de su vida se fue convirtiendo en un héroe, alguien que hizo muchas cosas por su pueblo, por su gente y por su honor. Tenía muchas virtudes, lo cual le hacía ser admirado y reconocido por todos. Siempre sus valores los tuvo muy presentes, fue leal, justo y sobre todo, su honor estuvo por encima de todas las cosas. Se demostró fiel, perseverante y luchador por sus ideales. Habla de las hazañas del Mío Cid, de sus logros, del camino hacia ser un héroe, un ídolo. Esto se demostró, ya que con su muerte ni él mismo podía imaginarse la trascendencia de su vida. Todos los juglares contarían su vida y sus hazañas, como poemas, crónicas y cantares de Gesta. Me impresionó pensar cómo podían arriesgar su vida para conseguir riquezas y buscar el honor.

Bibliografía:
- Libro Mío Cid Campeador Hazaña. Vicente Huidobro. Editorial Andrés Bello. Sexta edición Octubre 1977.
- http://www.aceros-de-hispania.com/El-Cid-Campeador.htm
- http://aula.elmundo.es/aula/noticia.php/2000/10/02/aula970247837.html


Josefina Lagos García

jueves, 28 de junio de 2007

Héroe: más que un concepto.

En todo tipo de sociedades, las personas necesitan de un modelo a seguir, alguien a quien admirar, transformándolos en una especie de ídolo. A lo largo de la historia han existido varios tipos de estos y por qué no llamarlos también héroes, los que han sido venerados por sus diversas características que los hacen ser especiales. Un héroe es aquel que logra permanecer en la memoria de la gente, sobrepasando los límites de la experiencia, conocimiento, honor, fidelidad y compromiso. Su objetivo nunca es conseguir fama o riquezas, sino que por el contrario, es luchar por sus ideales, destino, anhelos y sueños. Un héroe defiende lo que piensa, nunca se da por vencido, siempre busca solución a las problemáticas que se le presentan y lo más importante, es capaz de ayudar a otro sin esperar nada a cambio. Por lo tanto, los héroes aunque pertenezcan a distintas épocas, no dejan de cumplir estos objetivos. Sin duda que el elemento común más relevante entre ellos sería la representación de los ideales de una época determinada. Esto es lo que yo entiendo por héroe y es lo que me lleva a escribir este ensayo sobre como un héroe logra la trascendencia en el mundo, con todo lo que esto implica.

Como dije, el mundo quiere y necesita de un modelo, y la pregunta más recurrente es ¿por qué?

La respuesta es fácil, un héroe representa todos los ideales de una época, representa la imaginación de la gente, lo que quieren ver, oír y sentir. Ellos están expectantes ante todas las aventuras que el héroe realiza, ven representados en esta persona todos sus valores y no solo los de cada persona en particular, sino que los valores de todo un pueblo. Va más allá de un lugar específico y del fanatismo de minorías, recorre diversos espacios, dejando a más personas fanáticas que esperan cada día nuevas aventuras que les llene de orgullo y gratitud. Para la gente el héroe es más que una persona, es un modelo de comportamiento, digno de imitación. “Una fe ardorosa, un fuego invisible, eleva sus acciones mucho más arriba que simples hechos guerreros” (p. 338, Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro).

El héroe pertenece a una determinada época, por lo que cada una tiene sus propios héroes. Estos van modificando sus características y virtudes a medida que pasa el tiempo. Por ejemplo, el héroe de la Edad Media, sin duda es un hombre, que permanece en la memoria de todos, por sus demostraciones de fuerza, coraje, valentía, fidelidad, sencillez, confiabilidad y compromiso, que reflejan sus aventuras y acciones heroicas. Alguien valorado socialmente por el poder de identificación que ejerce sobre el pueblo. En cambio el héroe de hoy en día, puede ser una persona emprendedora, solidaria, generosa, preocupada y un ejemplo de este podría ser el Padre San Alberto Hurtado .Todo depende de la identificación que la gente sienta con el personaje.

Una demostración de que los héroes se ven modificados a través del tiempo y que pertenecen a una época determinada, sería por ejemplo, la posibilidad de que exista una mujer héroe. En tiempos pasados, hubiera sido imposible ver a una mujer haciendo actividades de hombres, pero como los tiempos han cambiado, no sería de extrañar de que una mujer esté realizando actividades que antes solo realizaban los hombres. Como la mujer se fue integrando a la sociedad, comenzando a tomar el mismo rol que el hombre, entonces ¿por qué una mujer no puede ser también un héroe? Claro que la mujer puede convertirse en héroe, si es que logra identificar a la gente con sus acciones y virtudes. Esto refleja la adaptación que tienen los héroes a las circunstancias sociales existentes. Para la mayoría, el héroe es símbolo de alegría y orgullo, pero para algunos estos sentimientos se ven acompañados de otros no tan favorables. Con esto me estoy refiriendo a la familia del héroe. ¿Qué pasaría si yo fuera una persona cercana al héroe? ¿Qué pensaría?

Desde luego que sería difícil de sobrellevar una vida acompañando al héroe. Seguramente me sentiría sola, con miedos, desesperanzas e inseguridades por la incertidumbre de no saber qué es lo le que ocurre a un ser querido. No podemos olvidar de que ser un héroe encierra una serie de cualidades, que incluyen la disposición para cumplir este rol, siempre tiene que estar dispuesto ante cualquier llamado que se le presente, estar disponible a dejar su familia, a morir si es que es necesario y a hacer todo por lograr su objetivo.

La gente que recuerda al héroe pertenece a una misma época. Ellos contemplaron e incorporaron a sus recuerdos todos los hechos que en algún momento le causaron alegrías, orgullo y gratitud, es decir cada héroe pertenece a una época determinada. Entonces ¿por qué actualmente la gente lee, escribe y comenta sobre hechos pasados?

La respuesta es compleja, en este tipo de relatos no son relevantes los hechos por su nivel de detalle, sino por la forma en que están escritos. Los personajes y la historia son interesantes, elemento necesario para poder ser únicos y pasar a la historia. El equilibrio entre novela y poema es perfecto, lo que hace la diferencia con textos corrientes .También resulta relevante mencionar la influencia de distintos factores que permiten al relato mantenerse en el tiempo, como los estilos narrativos, la riqueza del vocabulario y el uso del lenguaje que lo hicieron más atractivo aún.

Cada héroe responde a las necesidades de un pueblo, por lo tanto cada pueblo tiene su propio héroe y cada persona es libre de escoger el suyo. Héroe es más que un término, es una forma de ser persona, que le entrega alegría a muchas otras. Una cualidad que integra a cada héroe es que no pide ser héroe, sino que se lo gana por sus propios méritos. El que logra hacer que los demás se identifiquen con él, merece ser llamado héroe. “El que burla a la muerte, el que vence a la sed, el que domina el hambre, (…) no parece ser un ser de este mundo, ni su historia puede pertenecer a la historia de los hombres (…) El Cid es la Hazaña” (p. 337, Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro).

Ser héroe implica poseer diversas atribuciones, las cuales no las tienen todos. Pero si seguimos nuestro destino y hacemos lo que en realidad deseamos, también podríamos llegar a ser héroes algún día, porque no se necesitan actos memorables para serlo, basta con sentirse identificados con lo que somos y con lo que sentimos para lograr ser memorables.

Bibliografía:
-Mío Cid Campeador. Hazaña Autor: Vicente Huidobro Editorial: Universitaria
Edición: 1995
- Diccionario Enciclopédico UTEHA, Tomo X.


Constanza Quintana O. IIºC


El héroe, un elegido de su tiempo

El héroe es una persona que representa todos los valores de una época. Su vocación es desafiar la muerte y el dolor para vivir plenamente y alcanzar la gloria, siendo recordado en la memoria de los hombres a través del tiempo. Es el impacto que tiene en la época en que fue escrito y en lo profundo del ser humano, lo que lo lleva a trascender su circunstancia literaria, histórica, política y religiosa, constituyéndose en un modelo a seguir y en un referente sin importar la época, la cultura, la religión, ni la condición social, sexo o raza de sus seguidores, ya que al personificar todas las características de una época, configura el ideal de persona de cada tiempo histórico.
La imagen de héroe con el tiempo ha ido cambiando. Si nos remontamos a la antigüedad, las epopeyas narraban de manera grandiosa los sucesos que enfrentaban los héroes, que eran hijos de dioses y mortales, por lo que tenían características y fortalezas divinas que los ponían en una categoría sobrehumana: “Zeus replicó: -¿Cómo olvidar al divino Ulises, superior a todos por la inteligencia y por sus sacrificios a los inmortales?”
[1]. Como todo héroe debía enfrentar su destino, el que estaba controlado por los dioses, para así quedar en la memoria de todos los hombres: “La diosa Atenea le contestó:- Padre nuestro, hijo de Cronos, si los dioses acuerdan que Ulises debe retornar a su hogar, mandemos a Hermes para informar a la ninfa de nuestra decisión: ¡la vuelta de Ulises!”.[2]
El héroe de la Edad Media, en cambio, es un caballero virtuoso, fiel al rey y a su país, creyente y valiente, un salvador que dedica su vida a reconquistar el territorio cristiano y español que estaba en manos de los moros. Es un hombre que idealiza la figura femenina, que es su inspiradora en la batalla, a la cual admira, venera y da sentido a su vida.
En la época medieval se escribe el primer cantar de gesta, “Cantar del Mío Cid” que recoge lo que los juglares narraban, transmitiendo todos los ideales y valores de la época, obra que ha llegado a tener tanta importancia que constituye un clásico de la literatura hispana y hasta hoy se sigue conservando y leyendo. Es tan grande la influencia, que otros autores se han inspirado en esta obra para escribir otros libros, como es el caso de Vicente Huidobro y su obra “Mío Cid Campeador”. En ella el autor, excusándose de ser pariente del Cid, modifica la historia original, creando un interesante relato en el que se presenta un clásico ejemplo de héroe medieval, Don Rodrigo Díaz de Vivar, un hombre que encarna todos los valores de su época. Desde muy joven, el Cid campeador lucha por reconquistar territorios pertenecientes a España, unos territorios cristianos gobernados por los moros después de la invasión árabe: “¡Toda su raza y la historia de su raza están en él!”
[3]. Es un hombre que ejemplifica todas las virtudes de cualquier caballero medieval, como la hombría, lealtad, cortesía y ser cristiano. También todas las de cualquier español, como amor a la familia, respeto y admiración a por la mujer, fidelidad al rey, incluso si es injusto con él, y generosidad. Ruy Díaz de Vivar no es considerado héroe sólo por tener todas estas características, sino también porque el destino y el universo lo eligieron héroe y eso él lo siente: “Se diría que toda la naturaleza se ha reconcentrado en él, despreocupándose de los demás. Los fluidos de las plantas, de las hierbas, de los animales y de los pájaros, todas las savias vitales se las ha absorbido como si fuera el favorito de la creación… Con sus anchos pulmones cada vez que respirase traga la mitad del oxígeno del mundo.”[4]
Todas estas características de Ruy Díaz de Vivar causan admiración, transformándolo en un modelo a seguir, un modelo creíble, alcanzable e imitable para los idealistas que luchan por su religión, sus creencias, valores y por su país. Al encarnar el Cid campeador al héroe medieval, comienza a tener seguidores y la razón fundamental de seguirlo, es que participa la reconquista española, es decir, pelea contra los moros para recuperar los territorios de España conquistados por los árabes. Pero además, lo siguen porque es un hombre justo, que dice lo que piensa y que los representa, que influye en las personas dejando huellas en ellas, como el deseo de acompañarlo en su misión. Representa lo que los hombres españoles quieren llegar a ser y lo que ellos piensan. Además de esto es justo con sus vasallos, por lo que no los trata como inferiores y al momento de repartir el botín, da parte de sus ganancias a cada uno de ellos: “Manda el Cid a repartir su botín y que los repartidores hagan sus recibos a todo el mundo. A cada uno de los caballeros le tocan cien marcos de plata y a los peones cincuenta.”[5]
Rodrigo Díaz de Vivar se comporta con virtuosa grandeza de héroe, al no dejarse llevar por los ataques del mundo exterior, ni actúa con rebeldía ante el rey ya que en vez de tramar una venganza debido a su destierro por falsos rumores que lo acusan de traidor, trata de ganarse de nuevo la confianza del rey, recuperando territorios perdidos en tiempos anteriores por España y demostrando su inocencia.
El Cid Campeador es un hombre que desafía la muerte y el dolor, que enfrenta el destino reconquistando tierras perdidas, para así, alcanzar la gloria y permanecer en la memoria de todos los españoles y cristianos.
La idea de héroe medieval ha evolucionado en el tiempo y ha ido cambiando con el hombre. Hoy en día el hombre está en crisis y pareciera que el concepto de héroe también lo está. Escasean héroes en la literatura contemporánea como un reflejo de una sociedad en que el concepto de héroe pierde influencia y pareciera estar en retirada. Sin embargo su existencia sigue siendo una necesidad del ser humano y es posible encontrar testimonios de vidas heroicas en la literatura. Nos referimos a un tipo de héroe menos evidente, pero verdadero. La gente sabe que existe, pero no los ve con facilidad y les cuesta más seguirlos en una cultura en la cual los ideales están en crisis. Este héroe es el que pone en riesgo todos los días su vida, que desafía la muerte y que intenta vivir todos los valores humanos que hoy en día parecieran estar amenazados, como la generosidad y la solidaridad. Es el que lucha por sus valores y sus creencias dentro de una sociedad carente de ellos, inundada de anti-valores que seducen y arrastran a la gente de una manera engañosa. En el libro de Edgard Le Joli, “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, se muestra como la religiosa crea un encuentro entre la India y el mundo contemporáneo a través de un lenguaje de caridad rompiendo las barreras entre distintas religiones. Se muestra una persona que dedica su vida a la atención de los más pobres entre los pobres, una misionera que vive para amar: “La Madre Teresa ofreció ocuparse de los sin hogar, de aquellos que vivían en las calles”
[6].
Ella es capaz de darse cuenta de que hoy cada persona tiene un compromiso social, y se atreve a cambiar esta realidad que estamos viviendo. Es una mujer valiente y decidida a enfrentar estos retos del mundo contemporáneo frente a la desigualdad social.
Es un ejemplo a seguir sobre lo que cada uno puede hacer en el mundo aportando con un poco de justicia y amor.
Se puede decir que esta santa es una heroína de los tiempos modernos, ya que defiende los valores que están en crisis en esta época, tales como la sencillez, la humildad y el servicio. Otra característica común a los héroes, es el designio divino que recae sobre ella: “Como Cristo fue enviado por el Padre, Él nos envía a nosotras, llenas de su Espíritu, para predicar su evangelio de amor y misericordia a los más pobres de entre los pobres en todo el mundo.”
[7]
El testimonio literario de la vida de esta mujer y su misión la hacen trascender la historia: “nuestra misión, en concreto, consiste en trabajar por la salvación y santificación de los más pobres de los pobres”[8], por eso se sigue recordando y sus proyectos continúan, es decir, siempre va a ser recordada a través del tiempo, característica fundamental de héroe.
Cada época tiene un tipo de héroe y la literatura lo recoge y representa. En la antigüedad el héroe era elegido por los dioses, en la Edad Media era elegido por la naturaleza, por el destino y por Dios, y hoy en día el héroe siente un llamado de Dios y de lo más profundo de la humanidad. No importa desde donde se haya sentido elegido, lo importante es que el mundo necesita héroes para tener una vida con más sentido, con ideales y metas por las cuales luchar. Esta es la verdadera trascendencia del héroe y es la razón por la cual mientras exista el ser humano viviendo en sociedad, existirán héroes llamados a liderarlos e inspirarlos y autores que lo reflejen en sus obras, entregándolos a la historia de la humanidad.
Bibliografía:
“Mío Cid campeador”, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
“Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra.

Catalina Fuenzalida
IIºC
[1] Página 12, La Odisea, Homero, editorial Zig-Zag año 2000
[2] Página 13, La Odisea, Homero, editorial Zig-Zag año 2000
[3] Página 319, Mío Cid campeador, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
[4] Página 27, Mío Cid campeador, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
[5] Página 311, Mío Cid campeador, Vicente Huidobro, Editorial Universitaria.
[6] “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra, página 66.
[7] “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra, página 46.
[8] “Madre Teresa, lo hacemos por Jesús”, Edgard Le Joli, Editorial Palabra, página 46.

MÍO CID CAMPEADOR, UN EJEMPLO DE HÉROE DE TODOS LOS TIEMPOS.

Paulina Salza. II° C
El héroe y su trascendencia histórica, social, literaria, etc.


Se le llama héroe a una persona admirada por sus hazañas y virtudes, que lleva a cabo una acción heroica y que por lo general es el personaje principal de alguna historia. Para mí un héroe es una persona que posee rasgos fuera de lo común, los cuales benefician a las personas que lo rodean y que al poseer estas cualidades distintas sobresale y es reconocido entre su entorno.
En el libro Mío Cid Campeador, Hazañas, Rodrigo Díaz de Vivar es un joven que nace en España, en una época en dónde la prioridad de los hombres era la lealtad a su rey y mantener su honor. Este joven va creciendo en el campo, se va a haciendo fuerte y sano, es criado para ser orgullo de un padre. Poco a poco se va convirtiendo en un adulto que tiene por sobre todo la idea de servir a su Rey y defender las tierras de éste. Así Rodrigo se va transformando en un personaje a seguir para los de su pueblo, para su familia un orgullo, para España un héroe.
Con el tiempo Rodrigo va creciendo y adopta el espíritu de un hombre valiente y de guerra, que sale a combatir en batallas y se va ganando el respeto de otros guerrilleros al destacarse en éste ámbito.
Ciertamente podemos distinguir características de Rodrigo que son propias de un héroe de esta época, tales como la valentía, lealtad y el sacrificio ante todo. Rodrigo es una persona buena y noble, que no se deja llevar por la ambición y menos por la avaricia: “Sidi, hacia vos nos envían los reyes tus vasallos, para pagarte el tributo a que se comprometieron. En signo de buena amistad, os traemos además de lo debido, veinte caballos blancos como el armiño, (…), joyas y tocados, y para vestir a tus gentiles hombres dos cofres de ricas sedas.
El campeador sonriendo agradecido responde:
- Amigos, vuestro mensaje se equivoca de puerta, pues yo no soy el amo donde se encuentra el rey Fernando; todo le pertenece; nada es mío; yo soy su más humilde vasallo.” (Página 158)
Este personaje también tiene la capacidad de tomar decisiones que implican tácticas y estrategias propias de una persona inteligente. Estas características se pueden ver y poner en práctica en la actualidad, ya que con el tiempo esta imagen de héroe ha ido cambiando. Se ha ido modificando debido a las propias circunstancias en que estas personas podrían actuar, es decir que también es posible ver a héroes propios de nuestro tiempo que tengan esa misma capacidad de razonar y pensar las cosas como el Cid. Ya no existen oportunidades de lucirse, más bien, ya no existen causas por las cuales luchar y sacrificarse tanto como lo hacía el Cid. Pero han cambiado las prioridades de las personas, la sociedad se ha modificado y ya no se le da tanta importancia al sacrificio por nuestra comunidad. Estamos en un mundo individualista, en donde la convivencia y el bien de los que nos rodean toma cada vez menor relevancia, y las personas solo piensan en su propio futuro y éxito. Por esto decimos que con el tiempo el héroe ha ido cambiando, ha ido trascendiendo, ya que no existen fines como los de antes.
Para mí que algo trascienda significa que toma otro sentido, cambia a otra forma, adquiere otras características que lo diferencian de su pasado.
Trascender en otras palabras significa pasar la vida superando lo menos humano que tenemos y dándoles más cabida y amplitud al mundo de los valores morales y espirituales.
Este concepto lo aplicamos al héroe que tiene otros fines e intereses e ideales por los que lucha. Pasó de ser un hombre de guerra a una persona que actúa conforme a sus valores y lo que esto implica en su forma de ser. Aplica su espiritualidad a sus actos y decisiones.
A pesar de esto, el Cid nos deja muchas características que se pueden seguir dentro de la cultura que tenemos. También la historia nos deja muchos temas que desarrollar, reflexionando sobre como ha ido cambiando el ideal heroico, no solo en el ámbito de cualidades que se tenían si no que hoy en día podemos ver reflejadas algunas de las consecuencias que se tuvo debido a las acciones del Cid, como por ejemplo, que la importancia de la historia es tan relevante que seguimos leyendo este clásico y admiramos a este personaje principal.
Literariamente es una historia en la que se describe de una forma admirable a un héroe, como una persona a la que todos ven en la cima y siempre infunde el bien. En el Cid siempre vamos a encontrar ese lado correcto, de tener la razón y gracias a ella triunfar. A más de uno nos ha tocado o conmovido esta forma de ser. Nos incentiva a cambiar nuestra vida rutinaria y común, a convertirnos en héroes dentro de nuestra burbuja, lograr un cambio y poder ser reconocidos. Sin embargo el héroe de hoy es escaso. Podemos llamar héroe a una persona que arriesga su vida para salvar a otra, que pone en riesgo la suya, como por ejemplo tirarse a un río por alguien que se está ahogando. Son cosas que ya no se ven, y que cuando pasan nos llaman tanto la atención, nos tocan al igual que el libro.
Dentro de todos existe eso que nos llama a querer tener éstas cualidades. Muchos ven esta actitud imposible, pero nadie dijo que tenemos que matar a una persona para ganarnos el honor y así demostrar nuestra valentía: “Rodrigo Díaz de Vivar mató al conde Lozano. Los moros se han apoderado de Montes Doca, y sólo Rodrigo les ha salido al encuentro” (Página 84).
No debemos tener un ejército de seguidores fieles y batallas ganadas. El héroe ha transcendido. Depende de nosotros darle otra imagen, otra perspectiva. Aplicar las cosas buenas que podemos rescatar de éste mundo que tanto ha cambiado a las acciones que buscan buenos fines. Algo tan simple como regalar una caja de navidad, puede convertirte en un héroe para las familias que lo reciben. No recibirás una fiesta de celebración por esa guerra ganada, esa buena intención, pero te conforma tanto ver la felicidad que dejas en las personas a las cuales tu acción iba dirigida, que te dan ganas de seguir actuando con el bien, porque dentro de uno es agradable sentir esa sensación de satisfacción al hacer las cosas correctamente. Sientes que socialmente estás haciendo un cambio. Nos va influyendo en la forma en que nos relacionamos con las personas que nos rodean y así, vamos creando nuevas propuestas de formas de ser.
Debemos tener en cuenta que un acto tan simple nos puede convertir en héroes, si valoramos las características que se nombraron del Cid en éste ensayo. Estas las podemos modificar de acuerdo a la situación y a nuestra forma de ser, como por ejemplo, podemos tener una buena actitud, un pensamiento con fines y propósitos hacia buenas intenciones, que al ser tomadas en cuenta, podrá surgir algo mejor.
Estaremos formando una comunidad en la que tú puedes lograr un cambio y a la vez, recordaremos a este personaje que tanto entregó y que nos inspiró para pensar en este cambio de actitud. Este héroe que se sacrificó por tantos, por lo mismo que vale la pena estar recordándolo mientras que pasan los años y los tiempos cambian. El Mío Cid siempre estará presente en nuestras mentes al momento de hacer una acción significativa.


BIBLIOGRAFÍA:
-
http://www.wordreference.com/definicion/h%C3%A9roe
- http://stormblog.blogspot.com/2004/10/definicin-de-trascendencia.html
- Libro Mio Cid Campeador, Hazaña. Vicente Huidobro.
Editorial Andrés Bello. Sexta edición, octubre de 1977.




Paulina Salza. II° C

UN HÉROE DE FUERZA Y CORAZÓN

El héroe es un hombre ilustre y famoso por sus hazañas y virtudes, que encarna muchos valores de su cultura. Muchas veces tiene habilidades sobrehumanas o aspectos idealizados en su personalidad, lo que le permiten llevar a cabo hazañas extraordinarias y beneficiosas por las que se hace famoso.
En el libro Mío Cid campeador se pueden ver estas características de héroe. Este fue un héroe para el pueblo de Vivar y a grandes rasgos de Castilla y España. Sin embargo no solo fue un héroe para su pueblo, si no también para sus enemigos ya vencidos.
A pesar de que Rodrigo de Vivar vivió hace muchos años e históricamente no estamos muy cercanos, el Cid es un personaje que conocemos con exactitud y lujo de detalles. Esto, creo yo, se debe a la persona que demostró ser, la grandeza y fuerza que tuvo por todo lo que quería y creía. Es difícil negar la trascendencia que logró tener el Cid, ya que nosotros, personas del s. XXI lo seguimos recordando y leyendo sus hazañas como tal.
El Cid era un personaje conocido por todos. En su tiempo, luego de haber salido ganador en varias batallas, fue reconocido como un héroe. Todas las personas que le hablaban, lo hacían como si lo conocieran personalmente, “Todas están sonrojadas, como si todas tuvieran un lazo secreto que las une al ídolo, como si todas se sintieran implicadas en su triunfo” (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, editorial Andrés Bello, página 153).
Por otro lado, se puede ver a este personaje como un héroe cercano, ya que hubo hechos que lo hicieron ver como tal. Por ejemplo el amor que tuvo hacia Jimena, donde pasó por penas y alegrías, por desamores y amores. Esto lo muestra como un héroe completamente humano ya que se puede decir que casi todo humano pasa por este momento. También el respeto hacia su familia, sobre todo por el padre, en que ante todo le muestra su amor y respeto. También la fidelidad a su rey. Ya que Rodrigo demostró en todo instante ser al vasallo más fiel jamás visto. Esto se demostró en todo instante incluso cuando el rey lo destierra, el Cid sigue siendo fiel y hace todo por recuperar su confianza. “El campeador sonriendo agradecido responde: -Amigos, vuestro mensaje se equivoca de puerta, pues yo no soy el amo donde se encuentra el rey Fernando; todo le pertenece; nada es mío; yo soy su más humilde vasallo”. (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, Editorial Andrés Bello, página 158). Esto demuestra también, un valor muy importante que es la humildad y la modestia del Cid, ya que ante cualquier honor que le daban, ponía como cabeza del acto al rey.
Al ver alguna de las características de este héroe, se ve como sobresale su actitud y personalidad en comparación a otros héroes de la historia; como lo fue por ejemplo Aquiles, quien quizás tuvo la misma fuerza que el Cid en el aspecto físico, pero Rodrigo no solo tenía fuerza física, sino también era muy inteligente y no ganaba batallas solo luchando, sino también dialogando y dando a mostrar sus puntos de vista. Nunca se quedaba quieto o callado con lo que pensaba, siempre defendió lo que creía. “Prefiero ese muchacho bueno y exaltado, rudo y violento, cándido y subversivo, a todos los tibios y atildados que me rodean. De aquel puedo esperarlo todo; de estos no puedo esperar nada.” (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, editorial Andrés Bello, página 118).
Como ya vimos anteriormente, el Cid no era solamente un héroe para la gente, como se dice, de la boca para afuera; al contrario, era aún más héroe en su entorno personal y humano, ya que su mayor prioridad, aparte de cumplirle al rey era cumplirle a Dios, era también el honor de su familia, como se demuestra en el libro de su padre y sus hijas y todo su entorno en general, incluyendo su país y su pueblo.
Creo yo, que el más grande de los héroes que puede haber es el que guarda para él algo de intimidad y que su fin no es llegar a ser alguien importante o sobresaliente, sino todo lo contrario esos que llegan a ser alguien por el único hecho de ser como son.
Como conclusión se puede ver que todo acto que salió del Cid, fue para el bien de los demás, en especial para su pueblo y todos sus queridos. Que a sido un héroe recordado por sus sobresalientes características, como su gran fidelidad que pueden impactar a cualquiera que lea sus hazañas, ya que nadie puede entender como alguien, a pesar de perderlo todo y ser desterrado de su lugar de nacimiento por ningún motivo sobresaliente, sino al contrario después de haberlo dado todo por su pueblo, sigue siendo igual de leal y un fiel vasallo a la distancia. Otra gran característica importante de rescatar era que no solo tenía fuerza para las batallas sino para el dialogo y que muchos de los enemigos ya vencidos que lograban sobrevivir miraban con admiración al Cid. “- ¿Qué significa Cid? -pregunta el rey-; ¿qué significa esa palabra, Cid?
Una voz docta y anónima responde:
-Significa señor. Señor en árabe es sidi. –Y bien, puesto que así te llaman tus vencidos -dijo el rey-” (Mio Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, editorial Andrés Bello, página 104).
¿Alguien puede decir que el Cid no fue un héroe, si incluso sus propios enemigos se lo gritaban en la cara? Puede ser que alguien no lo crea, pero este es uno de esos héroes difícil de negar. Que por donde se le mire lo fue y de principio y fin. Hasta en sus últimas horas de vida siguió luchando sin parar “Mirad. Mirad y arrodillaos: el último milagro del héroe” “El caballo y caballero históricos son ahora un caballero y un caballo legendario, un monumento que corre a través de los campos de la poesía, a través de la atmósfera de la imaginación” (Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro, Editorial Andrés Bello, página 360-361). Es quizás por esta última frase que nosotros podemos ser participantes de la vida del Cid y saber de todas sus hazañas; es a través de la poesía y la imaginación donde sigue viviendo este valiente héroe que no tuvo límites para nada, que incluso después de su muerte se puede decir que sigue su carrera en el paraíso sin descansar.

Catalina Beltrán

El camino del héroe desde sus inicios hasta hoy en día.

Tema: El héroe y su trascendencia histórica, social, literaria, humana, etc.

El héroe es un personaje que muestra sus esfuerzos, que realiza hazañas por las que se hace famoso, los héroes se van a caracterizar por haber recibido un culto público, y hace que sea un modelo para el pueblo con los valores que la sociedad entiende como positivos.
Al realizar una hazaña extraordinaria y digna de valorar se dice que la persona es un héroe, es decir, una encarnación de ideales, un modelo a seguir. La condición de héroe proviene, entonces tanto de sus acciones como del valor que los demás le otorgan. Para los griegos los héroes eran vistos como un semidiós, en general, la palabra "héroe" determina en aquellos difuntos que en vida se destacaron en algún aspecto de su vida y que fueron importantes en la historia. Un héroe normalmente se considera bueno y noble en su cultura de origen, sin embargo, en la literatura y especialmente en las tragedias, el héroe puede también tener graves defectos que le llevan por el camino del mal. Se dice que sin valores no hay héroe, pero en la Edad Media existen grandes valores como por ejemplo, el cristianismo, ideal caballeresco, buscar justicia y luchar por la patria, y es por esto que existen grandes héroes. El héroe ha ido trascendiendo a medida que pasa el tiempo desde la Edad Media hasta hoy en día. El concepto de héroe de la Edad Media, ¿Es la misma idea de la que se habla actualmente?
Un claro ejemplo de héroe lo podemos encontrar en el libro Mío Cid Campeador Hazañas de Vicente Huidobro, donde el héroe más notable y reconocido es Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como Mío Cid Campeador o Mío Cid. El Mío Cid es un hombre que nació en Vivar y desde joven lucha y entrega su vida por su rey y por su patria, cumpliendo todos sus deberes y obligaciones, siendo así, un buen vasallo. El Cid poseía una inteligencia superior, la cual lo ayuda a no dejarse llevar por sus emociones sino por su razón y también la utilizó muy bien en la guerra. Diego Laínez, su padre, introduce a los hijos, Hernán, Bermudo y por sobre todo al Mío Cid al mundo de las batallas y desde entonces comienza a construir su imagen de héroe.
Uno de los tantos valores de héroe que podemos encontrar en nuestro personaje fue que siempre demostró sus claros y fuertes sentimientos de amor hacia Jimena (su esposa) y España (su patria); de una considerable bondad y solidaridad hacia sus amigos, entre los que están su primo Álvar Fáñez de Minaya y su amigo Martín Antolínez, y hacia su pueblo. Toda su vida le fue fiel a su rey y nunca olvidó defender a los suyos, a sus familiares, a sus amigos y a su pueblo, Vivar.
Como dije anteriormente, el Cid desde joven inició su vida como guerrero, y desde ese momento aceptó serle fiel al rey. Como buen vasallo que era el Mío Cid siempre estuvo cerca del rey y a cada moro que vencía, lo hacía para defender su patria y a su rey, cada pueblo que tomaba y encontraba riquezas, una parte se lo entregaba al rey y la otra lo dividía entre sus amigos guerreros, y así se fue extendiendo el territorio dándoselo al rey y España, su patria. Y aunque el rey Alfonso haya desterrado al Cid, él nunca dejó de enviarle regalos y riquezas, nunca dejó de ser un buen vasallo, nunca se olvidó del rey, nunca le tuvo rencor al Rey Alfonso, ni tampoco lo dejó de ver como su superior ni como su amo y señor, aunque él estuviera ciego por la envidia que su consejero García Ordóñez sentía y el miedo que sentía el rey ante el Cid fuera mejor que él.
Desde que el Cid se toma Valencia y trae junto a él a Jimena, los dos se preocupan del pueblo. Por un lado, Jimena con sus hijas visitan enfermos, ayudan a los menesterosos y hacen caridad por donde pasan, dejando tras ellas un murmullo de bendiciones y; por otro lado, el Cid de otra forma se preocupa del pueblo, como por ejemplo, le levanta muchas contribuciones, les hace saber a los musulmanes que el Cid los escuchará, verá los problemas, dándole soluciones, y los cuidará y protegerá como amigo y pariente.
El Cid no solo era bueno y generoso con el pueblo de Valencia, sino también con sus compañeros y amigos de la batalla. Siempre que ganaba una batalla recibía un botín y el Cid lo repartía, al rey una parte, a Jimena y sus hijas otra parte y la otra se la repartía entre los amigos fieles del Cid, entre los que estaban Álvar Fáñez de Minaya, Martín Antolínez, Per Bermúdez, el sacerdote que protegía a Jimena con sus hijas y las damas, Don Jerónimo, entre otros. También en las guerras, cuando uno de sus amigos caía del caballo al suelo a punto de ser herido y muerto, el Cid corría para salvarlo, matando al enemigo.
A pesar de su alma guerrera, siempre se destacó por su generosidad, por su fidelidad y por su amor a Jimena y a España, nunca le importó la fama o la inmortalidad.
A pesar del Mío Cid existen otros héroes, entre ellos está Don Quijote de la Mancha, aunque muchos no lo consideraban héroe por ser físicamente todo lo contrario al Cid, Don Quijote buscaba alcanzar la fama, servicio al estado, libertad y autonomía luchando por los desvalidos, venciendo a gigantes, molinos de viento, ovejas y cueros de vino, es por esto que se considera héroe.
Otro héroe es Amadís de Gaula, hijo de reyes que al igual que Don Quijote realiza gran cantidad de aventuras para lograr el amor de una hermosísima dama llamada Oriana. Busca beneficio propio, fama, inmortalidad. Otro héroe es Arturo Prat, ya que a pesar de haber perdido el Combate Naval de Iquique, Prat fue un hombre que luchó por su patria, demostró sus sentimientos de solidaridad y amor hacia su país, y luchó defendiendo a los suyos, gracias a su ejemplo de valor la guerra fue ganada por los chilenos, siendo uno de los ejemplos para las generaciones actuales y futuras de la nación.
Estos cuatro héroes no estuvieron juntos, ni estuvieron en la misma época, y sin embargo lucharon por lo que ellos más amaban.
La literatura desde sus inicios siempre ha contado con el héroe; que siendo del mundo clásico o del mundo medieval, de la época antigua o de la época contemporánea, el héroe es un modelo de valores en que los hombres aspiran en cada momento de la historia. La vinculación entre los valores heroicos y los valores sociales es básica para comprender la transformación que se produce al llegar a la época contemporánea. Con los héroes, la sociedad tiene la oportunidad de fabricarse sus sueños de ser mejor. Cuando nos planteamos qué tiempos han sido mejores, miramos a sus héroes.
El héroe tiene una serie de implicaciones que trasciende el papel de protagonista de la novela, este héroe no solo tendrá que luchar contra sus enemigos sino contra los lectores. Tendrá que convencerlos a ellos en primer lugar, de que él es un héroe.
En conclusión, creo que Rodrigo Díaz de Vivar o Mío Cid llegó más allá de lo que todos podrían imaginarse, ya que su historia llegó hasta la actualidad siendo indispensable para el mundo de hoy. Respondiendo la pregunta que hice al principio, creo que todo héroe tiene sus propios valores por la época en que vivieron, o por las enseñanzas que vivieron a lo largo de su vida, sin embargo comparando los héroes medievales como el Mío Cid, con los héroes de la actualidad como Arturo Prat lucharon por la misma causa, demostrando sus sentimientos hacia su patria y su gente. Mío Cid es un ejemplo concreto de que el héroe ha ido trascendiendo a medida que pasa el tiempo, y que traspasó todas las barreras para llegar a ser un héroe reconocido hasta el día de hoy, y que no se olvidará hasta muchas generaciones a futuro.

Bibliografía:
wiki.educarchile.cl/index.php/Discusión:Arturo_Prat
faculty1.coloradocollege.edu/~mdaniels/SP328/comparaciondqamadis.htm
web.jet.es/vliz/cid.htm
http://www.monografias.com/trabajos/heroes/heroes.shtml
www.ucm.es/info/especulo/numero3/heroe.htm

Macarena Robles
IIºC