LOS VALORES QUE SE ENCARNAN EN LA HISTORIA Y SUS PERSONAJES

A través de la historia los ideales y valores de la humanidad van cambiando. Los ideales de la antigua Grecia eran totalmente diferentes a los de hoy en día o a los ideales de la edad media, ¿Cómo eran estos ideales? ¿Era Rodrigo Díaz de Vivar el ideal de hombre de esta época? A continuación veremos los valores que encarnan en la historia los personajes, los ideales del medioevo y los valores de los personajes.
La Edad Media se caracteriza por su mentalidad religiosa. Los valores están orientados hacia el Teocentrismo “El teocentrismo es la concepción ideológica en la cual Dios es el centro del Universo, todo fue creado por él, es dirigido por él y no existe ninguna razón más que el deseo de Dios sobre la voluntad humana.” (http://es.wikipedia.org/wiki/Teocentrismo) Era la ideología central de principios de la era cristiana y la Edad Media hasta el periodo del Renacimiento, en el cual se tomó a Dios como factor pero no como causa única del mundo. La Iglesia influía en todos los ámbitos de la sociedad e imponía normas y leyes. Todo gira en torno a Dios, las ciencias, las artes, la cultura, la música y la filosofía. En el libro se demuestra mucho este ideal en las cruzadas cristianas, en las que luchaban caballeros cristianos contra los musulmanes para recuperar sus tierras. Todas las batallas en las que participaban las huestes del Cid eran en nombre de Dios y se encomendaban a Santiago, patrono de España para que los ayudara.

El Cid nace con España.
Todos los valores e ideales heroicos de la Edad Media los posee el Cid, es el héroe perfecto. Para él Dios está ante todo y luego viene España, ama a su tierra y se siente orgulloso de ella, lo daría todo por España: “Rodrigo ama a España y España ama a Rodrigo. El uno se funde con el otro. Como todo enamorado, él quiere levantar a su amada, inventar a su amada, formarle el alma y hacerla esplendorosa” (pág. 88, Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro)

El Cid dijo antes de morir: “Cuando se habla contra España no hagáis caso. España, en medio de todas sus desgracias, será el país más grande de la tierra. Yo os lo digo ante la muerte…España hará redondo el mundo.” (pág. 422, Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro) Y así fue, España hizo redondo el mundo, lástima que el Campeador no estuvo allí para presenciarlo. Sí, España es grande, España fue el reinado donde nunca se puso el sol.
Un personaje importante que acompañó al Campeador en su vida fue Babieca, el fiel corcel del Cid: “El caballo del Cid es un semidiós. Un potro de nervios de acero y elástico, de nervios cantantes, de cola rebelde, de grandes narices olfateadotas y palpitantes como un corazón.” (Pág. 173, Mío Cid Campeador Hazaña, Vicente Huidobro) El Cid y su caballo eran el uno para el otro, así también es con España. Babieca y Ruy Díaz vivieron muchas hazañas juntos, el caballo potenciaba al jinete.

Un hombre no puede estar solo, no, menos el Campeador, siempre estaba rodeado de gente, de sus más queridos, sus padre, sus amigos y también sus enemigos. Él amaba a Jimena, su fiel esposa, que lo esperó durante mucho tiempo para que él cumpliera su destino, salvar a España. Sí, a España, Jimena se preguntó muchas veces si su Rigo se había casado con España y no con ella, pero ¡cuánto amaba Rodrigo a Jimena! La amaba con toda su alma, amaba su belleza española y todo lo que ella contempla.
Los ideales de esta época eran todos centrados en Dios y el Cid cumplía con todo, amaba a Dios y agradecía todo lo que le dió.
En fin el Cid era todo lo que se podría esperar de un caballero en la Edad Media.
Era un fiel vasallo, siempre fiel a su rey aunque este lo despreciara. Un buen esposo, un buen padre. Un buen guerrero, buen estratega. Buen hijo, buen amigo, buen hermano.
Al parecer el Cid era un ser perfecto.
Podemos concluir que los ideales y valores que encarnan la historia y los personajes, son los mismos ideales que se esperan en la edad media, ya que esta historia ocurre en esta época. Estos ideales son tales como en el caso del Cid, ser fiel a su rey, amar a su esposa y defender a España.